Se calcula que entre el 10 y el 17 % de la población mundial, incluyendo casi el 25 % de los jóvenes, sufren de lo que se denomina 'uso problemático de Internet'. Este fenómeno abarca un espectro de comportamientos adictivos que incluyen desde el juego excesivo, apuestas y compras compulsivas hasta el consumo exagerado de pornografía, uso intensivo de redes sociales, ciberacoso y la obsesión por buscar información médica, conocida como cibercondría.Además, este problema está vinculado con una serie creciente de trastornos de salud mental como la depresión, ansiedad, soledad y dismorfia corporal."Claramente, Internet se ha integrado como un elemento esencial en nuestra vida cotidiana y es impracticable evitarlo completamente. Más bien, es crucial capacitar a los jóvenes para que controlen sus hábitos digitales de manera efectiva y logren un balance saludable en el uso diario de Internet", según declaró el profesor Murat Yücel, líder en investigaciones cerebrales en el proyecto de QIMR Berghofer.En este contexto, se ha lanzado un amplio estudio con adolescentes de 14 países europeos, llamado BootStRaP, el cual será el estudio más grande del mundo sobre este tema. Este estudio busca fomentar la adaptación social y la salud mental en un contexto de digitalización acelerada en Europa, y cuenta con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud y financiación del programa Horizon Europe, el programa de Investigación e Innovación del Reino Unido y la Secretaría de Estado de Educación, Investigación e Innovación de Suiza.Los encargados de este proyecto destacan que los adolescentes son particularmente vulnerables a los trastornos relacionados con el uso excesivo de tecnología digital, por lo que el uso problemático de Internet se considera un indicador de una gestión deficiente del propio comportamiento, con serias repercusiones para la salud y el bienestar individual y social. De esta manera, se espera que BootStRaP ofrezca datos científicos sin precedentes sobre los procesos psicológicos que influyen en el uso problemático de Internet y las posibles intervenciones.Como enfatiza la profesora Naomi Fineberg, líder del proyecto BootStRaP en la Universidad de Hertfordshire, "hasta ahora no se dispone de evidencia científica confiable sobre el uso problemático de Internet".Por consiguiente, mejorar la autogestión y desarrollar herramientas para un uso más saludable de Internet es clave para promover la salud mental, prevenir trastornos mentales en adolescentes y reducir el estigma asociado. A largo plazo, BootStRaP aspira a mejorar el bienestar mental en toda Europa.