Estrés y Adicciones
La sociedad moderna vive y se desarrolla de manera acelerada enfrentándose cada día a fuertes demandas impuestas por el medio, provenientes de corrientes como el consumismo y la globalización, las cuales llevan a los individuos a acelerar su ritmo de vida, generando una serie de reacciones y estados emocionales tensos, los cuales afectan a la realización de tarea específicas provocando un cuadro de estrés, el cual llega a afectar al 80% de la población.
Selye (1950) señaló que la respuesta al estrés es una respuesta adaptativa del organismo a la estimulación y/o al cambio y, por lo tanto, una experiencia humana universal. Esta es, de acuerdo con el modelo transaccional de Lazarus «el producto de una relación que se establece entre la “tensión” que siente el sujeto frente a presiones externas y la respuesta de naturaleza psicofisiológica que ocurre».
La percepción de un evento como estresante, depende de la valoración cognitiva que el individuo hace a respecto. Esta evaluación resulta de la relación establecida entre los recursos y la vulnerabilidad individual para enfrentar ese evento. Asimismo, de esa relación resultan respuestas de enfrentamiento con duración, frecuencia e intensidad variadas.
Estar sometido a episodios de ansiedad impacta en la capacidad de autocontrol, deteriora el sueño, desordena los recuerdos, acelera el envejecimiento y desencadena, de una forma más o menos directa, un sinfín de enfermedades. El estrés es uno de los enemigos de la salud más señalados en los últimos tiempos, pese a que es difícil cuantificar objetivamente hasta dónde llegan y de qué manera actúan sus tentáculos.
Entre los efectos sociales del estrés tenemos:
- La incomunicación familiar y social. Aislamiento.
- Menor índice de tolerancia, aumento de la hostilidad, disforia... y como consecuencia, mayor cantidad de altercados en la vía pública ( estadios, manifestaciones, etc.) y en casa.
- Incremento de enfermedades psicosomáticas.
- Mayor consumo de psicofármacos y medicamentos.
- Mayor consumo de sustancias adictivas y adicciones (ludopatía-alcoholismo-drogodependencia)
- Tendencias suicidas
- Fracaso escolar.
- Pérdida del puesto laboral.
- Aumento del consumismo compulsivo, como compensación a la frustración personal.
- Disminución de actividades creativas, lúdicas o artísticas.
Podemos definir las adicciones como la repetición compulsiva de una actividad, pese a su carácter autodestructivo. Las drogas, así como muchos atractivos de la vida moderna ( comida basura, compras, teléfonos móviles…) tiene potencial adictivo al afectar al:
- Sistema de recompensa del cerebro ( diseñado para la supervivencia de la especie, para buscar lo que necesitamos y percibir lo que nos acerca a ello…). - - Opera en el dominio de los instintos y de los reflejos.
- Pensamiento. Ponderación de recompensas
- Evaluación de riesgos
- Control del deseo. Inhibición de conductas.
- Reducen el campo de atención a los estímulos relacionados con la conducta adictiva.
Para enfrentarnos al estrés, ofrecemos a continuación algunas estrategias:
Localiza el origen. Saber qué es el estrés, reconocerlo y, sobre todo, averiguar qué lo está desencadenando y cómo está afectando a nuestro organismo, es el primer paso en su manejo y control. El primer paso para un dominio exitoso del estrés es la comprensión de lo que lo origina.
El tabaco, café, drogas y alcohol lo agravan, por lo que es necesario limitar su consumo. La cafeína aumenta los niveles de hormonas relacionadas con el estrés.
Por su parte, muchas veces se recurre al alcohol para aliviar con él el agotamiento y la presión a la que uno se encuentra sometido. Pero esto puede convertirse en una peligrosa costumbre.
Cuida tu alimentación. La dieta tiene que ser equilibrada, rica en agua, verduras, fruta y fibra y baja en grasas y azúcares. Una dieta deficiente pone al cuerpo en un estado de estrés físico y debilita el sistema inmunitario. Come despacio y de forma regular. No se debe suprimir el desayuno; esto tiene que ver con acostumbrarse a levantarse con el tiempo suficiente que permita dedicar a la primera comida del día un tiempo tranquilo antes de salir al trabajo.
Una alimentación de alta calidad y una relación equilibrada entre el consumo de calorías y de energía tiene enorme importancia. También contribuyen a dicho equilibrio los alimentos naturales y una cantidad suficiente de fibras alimenticias. Además debería consumir 2 litros de agua por día. También es importante tomar vitaminas y sustancias minerales. Es aconsejable comer lentamente y con regularidad.
Haz ejercicio. Debería de practicarse paso a paso y progresivamente nuevos tipos de deportes y movimientos. El deporte tiene una gran importancia para el dominio y la prevención del estrés, así como para el incremento del bienestar. La actividad física de forma regular, mejora tu bienestar general y ayuda a prevenir el estrés y las enfermedades que provoca. Es la mejor forma de aliviar la tensión que produce el estrés, ya que se liberan endorfinas, las hormonas de la felicidad. Los ejercicios cardiovasculares como correr, nadar o andar en bicicleta, practicados al menos tres veces a la semana tienen efectos positivos sobre el sistema cardiovascular y mantienen en un nivel óptimo la salud.
Busca entretenimientos: pueden ser clases de canto, dibujo o baile. El baile es muy sano, ya que combina ejercicio, respiración y música, las mejores técnicas anti estrés. Las personas que no tienen intereses externos, pasatiempos u otras formas de relajarse pueden ser menos capaces de manejar situaciones estresantes.
La relajación: Practicar la relajación y la meditación. Escuchar música tranquila, practicar yoga, Pilates o simplemente destinar quince muntos al día a estar solo para conectarse con uno mismo y visualizar escenarios que provoquen paz y felicidad, ayudará a calmar la mente y generar emociones positivas. El fin de la relajación es disminuir la ansiedad y la tensión muscular sobre todo en situaciones de presión. Es imposible estar relajado físicamente y tenso emocionalmente al mismo tiempo. No pueden convivir en el mismo momento la sensación de bienestar corporal y la de estrés mental. Toma descansos regulares.
Diversos métodos, tales como el entrenamiento autógeno, la sofrología y la meditación logran una distensión más profunda que comprende elementos psíquicos. Con algo de práctica, los métodos de relajación bien aplicados pueden lograr en poco tiempo el equilibrio entre la mente y el cuerpo. Las técnicas de mindfulness muy de moda en la actualidad pueden ayudar también a controlar el estrés.
Dormir suficiente: Tener de 7 a 8 horas de sueño cada noche también le ayuda a las personas a hacerle frente al estrés. El sueño debe ser una prioridad, ya que durante el mismo el cuerpo se repara del agite diario. El tiempo necesario de descanso depende de cada organismo, pero lo aconsejable son 8 horas diarias.
Organizarse: escribir una lista de asuntos pendientes ayuda a ordenarse y organizar el tiempo. Utilizar organizadores de tareas y calendario semanal puede ayudar a distribuir el tiempo entre las diferentes tareas sin dejar que el trabajo o los estudios ocupen todo el tiempo.
La interacción social es responsable de la producción de oxitocina, una hormona producida por la hipófisis (que se sabe es liberada a lo largo de la lactancia y en la interacción madre-hijo). Esta hormona baja el cortisol, disminuye el estrés y facilita la regeneración orgánica. El contacto físico y los abrazos muy presentes en la interacción social positiva, promueve un incremento en la liberación de oxitocina. Está comprobado que reduce la respuesta inflamatoria y la necrosis neuronal resultante de un accidente cerebrovascular, y también promueve la recuperación funcional
Para las personas que ya sufren una adicción u otros trastornos del comportamiento que no les han funcionado las medidas anteriores, ponerse en manos de profesionales puede ayudarles, para aquellas personas que buscan intimidad y atención exclusiva centros como "the balance"pueden ayudarles a centrar su vida y comenzar de nuevo.