La enfermera familiar y comunitaria y doctora en Cuidados de la Salud, la doctora Manuela Monleón, junto a Grünenthal, han desarrollado el 'Manual profesional del autocuidado analgésico' para sanitarios, y la guía 'Autocuidado en las personas con dolor' para pacientes con dolor crónico.
Por un lado, el manual para los profesionales sanitarios proporciona información sobre las mejores intervenciones en autocuidado para la gestión de las enfermedades crónicas, mientras que la guía para los pacientes recoge recomendaciones para que aprendan a prevenir y calmar su dolor.
La doctora Monleón, coordinadora de ambas guías con la colaboración de Grünenthal, ha afirmado que su prioridad es "cumplir una de las principales peticiones de las personas que sufren dolor crónico, quienes se quejan de que los profesionales del ámbito del dolor aconsejan actividades (ejercicio, alimentación, relajación, etc.), pero no concretan cómo llevarlas a cabo". Asimismo, ha señalado que el dolor crónico "impregna" la vida de las personas y sus familias, creando sufrimiento, alteraciones del sueño, ansiedad, pérdidas laborales, disminución de relaciones sociales o discapacidad, entre otras.
De esta manera, los manuales recogen recomendaciones sobre actividades que influyen en el control de la enfermedad, como la alimentación, el ejercicio, el sueño, la sexualidad, el ambiente de confort, el ocio y el tiempo libre, las relaciones sociales, la actitud positiva y el humor, cómo expresar lo que se siente, la relajación o también la seguridad en el uso de la medicación, entre otros aspectos.
La coordinadora también ha incidido en la influencia del dolor crónico en la salud mental de los pacientes, a pesar de que al dolor siempre se le ha tratado solo desde una perspectiva física, sin analizar el impacto en la esfera psicoemocional: "En ciertas ocasiones, las discapacidades o pérdidas de función producidas por el dolor pueden conducir a una baja autoestima situacional o crónica, que junto con las repercusiones sociales (bajas laborales, factores socioeconómicos, aislamiento, etc.), incrementan el malestar psicológico".
Asimismo, Monleón ha manifestado que las personas con dolor crónico necesitan compartir su vivencia con el equipo sanitario que les atiende.
Por ello, en el caso de los profesionales, el manual persigue aumentar el conocimiento de este tipo de acciones entre ellos para que impulsen el autocuidado entre la población desde la consulta.
"Cuando el dolor se cronifica, este tipo de contenidos puede ser útil para buscar formas de mejorar la condición física y emocional, la comunicación y las relaciones sociales, entre otros aspectos.", ha afirmado la miembro de la Junta Directiva de la Asociación de pacientes de Fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica-Encefalomielitis Miálgica y Sensibilidad Química Múltiple (AFIBROM), Ana Panadero Gómez.
En la misma línea, Panadero ha hecho hincapié en la necesidad de que los profesionales tengan también acceso a estos materiales para asegurar un abordaje integral y personalizado: "El manual es una herramienta que les posibilita estar informados de las últimas prácticas para el manejo del dolor crónico y, además, facilitan la comunicación entre los profesionales de la salud y los pacientes, promoviendo la colaboración y la corresponsabilidad en el tratamiento y la mejora en la atención".
Panadero ha subrayado la importancia de que los pacientes con dolor crónico cuenten con una guía específica con información y estrategias para manejar el dolor que les permita comprender mejor su condición, así como adoptar decisiones con evidencia científica sobre su autocuidado.