Para la vuelta al cole ayuda: que los niños poco a poco se acuesten antes, hablarles del cole en positivo y organizar a media semana una actividad lúdica después de las clases
· Para la vuelta al trabajo ayuda: volver de vacaciones un día antes por lo menos y organiza la vida cotidiana; aprovechar los días largos para ocio y tener presente que las vacaciones representan el 8% del tiempo del año, por lo que hay que pensar en positivo respecto al 92% restante
Septiembre es sinónimo de que se acabaron las ansiadas vacaciones y es hora de volver a la rutina. A lo largo de estos primeros días de septiembre, millones de niños y adultos volverán al colegio o a su puesto de trabajo con la mente en los días de playa y descanso que han dejado atrás y les costará hacer frente al día a día.
El regreso de vacaciones suele ser para muchas personas un mal trago que debe superar cada año, y que no por habitual, resulta menos ingrato. De hecho, se denomina Síndrome Postvacacional a un trastorno caracterizado por una sensación de hastío, bajo estado de ánimo, cierta apatía y falta de energía que sufren algunas personas tras su regreso estival. Pero no nos asustemos. Este síndrome no es ninguna patología, sino un trastorno adaptativo de carácter benigno que no dura más allá de dos o tres semanas.
En este sentido, el Colegio Oficial de Psicología de Bizkaia, de la mano de dos expertos, quiere divulgar una serie de consejos para que niños y adultos afronten la vuelta a las obligaciones diarias de forma natural y con positividad.
VUELTA AL COLE
El psicólogo, Carlos Urio, experto en educación, expone las siguientes recomendaciones para que los padres ayuden a sus hijos en la vuelta del colegio:
˃ Adaptar los horarios unos días antes. Lo recomendable es recuperar los horarios y rutinas de la época escolar tres o cuatro antes del comienzo. Se debe procurar que los niños poco a poco se acuesten antes y que se levanten a una hora temprana.
˃ Hablarles en positivo. Recordar a los hijos que van a volver a ver a sus amigos ayuda a que la vuelta sea más llevadera. Además, es importante explicarles que tendrán fines de semana y que queda parte del verano por disfrutar.
˃ Los horarios al principio son más llevaderos. La existencia del periodo de adaptación durante los primeros días de curso, suele pasar desapercibido por los pequeños. Recodárselo les ayudará.
˃ El tiempo de ocio es una recompensa. Explicarles que normalmente tenemos periodos de vacaciones porque nos lo hemos ganado con nuestro esfuerzo durante el año y que los fines de semana son la recompensa por el trabajo durante la semana, ayuda a que los niños entiendan que las obligaciones son importantes.
˃ Programar actividades positivas para los primeros días. Anticipar lo que va a venir después (si va a ser positivo) ayuda. En ese sentido, organizar a media semana una actividad lúdica después de las clases les motivará para que la primera semana nos les sean tan dura. Además, sería positivo explicarles que esa actividad se la han ganado por el esfuerzo realizado durante los primeros días.
VUELTA AL TRABAJO
El psicólogo Miguel Mencías, experto en el ámbito laboral, da las siguientes recomendaciones para hacer más llevadera la vuelta al trabajo:
> Prepara la vuelta adaptándote a tu horario. Es habitual para muchas personas en vacaciones alterar los horarios de vigilia y sueño. Tendemos a trasnochar más y por tanto a levantarnos más tarde. Si estos cambios horarios son muy extremos podemos tener problemas de adaptación a nuestro regreso, como si tuviéramos una especie de jet lag, debido a la alteración de nuestros biorritmos. Para solucionar esto, en días previos a nuestro regreso debemos ir amoldando nuestro horario lo más posible al habitual. Tampoco es necesario levantarse a las 6 de la mañana, si fuera nuestro caso, pero madrugar un poco más nos facilita la labor.
Si nuestra adaptación es complicada, quizá dividir los periodos vacacionales en bloques más cortos y distribuidos a lo largo del año nos ayudará a sobrellevar mejor nuestra adaptación.
> Aprovecha los días más largos. Disfrutemos del tiempo de ocio con actividades al aire libre, ya que aún tenemos una meteorología que nos lo puede permitir. Puede ser un buen momento para plantearnos nuevos retos relacionados con la salud, como hacer ejercicio de manera cotidiana. Así, además de mejorar nuestra salud mejoramos nuestro estado de ánimo. Septiembre, como enero, es un mes en el que nos solemos plantear nuevos propósitos, aprovechando la “recarga de baterías” que hemos hecho en vacaciones. Eso sí, planifiquémoslo bien, y si necesitas ayuda para conseguirlo, un profesional de la Psicología puede ayudarte a tener éxito.
> Incorpórate a tu trabajo a mitad de semana. En ocasiones suele ser duro volver de vacaciones y comenzar un lunes (por si dicho día no tuviera ya mala prensa), y la primera semana de regreso se nos puede hacer muy larga. Por ello, si podemos comenzar un miércoles o jueves nuestra adaptación a los horarios habituales puede ser más llevadero.
> No apures hasta el último minuto para volver. Vuelve de vacaciones un día antes por lo menos y organiza tu vida cotidiana. El regreso a nuestro hogar habitual facilita una transición más suave y nos permite organizarnos sin tener que andar agobiados durante toda la semana.
> Ten una actitud más positiva hacia el trabajo. Para muchos puede ser difícil de aceptar, pero ten en cuenta que, de todo el año, el tiempo que tenemos de vacaciones, si este es de 30 días naturales, es aproximadamente el 8% del tiempo total del año. El 92% restante lo dedicamos a nuestras rutinas habituales, nuestro trabajo, familia, amigos… ¿No crees que es más importante el 92% que el 8%?
Hay una frase que se le atribuye a John Lennon que dice: “la vida es aquello que pasa mientras hacemos otros planes”. Cuando vivimos todo el año pensando en las vacaciones que vamos a tener o que hemos tenido, ¿No nos estaremos perdiendo muchas pequeñas cosas de nuestra vida que son las que nos llenan de significado?
No todas las personas tienen el trabajo soñado o no es todo lo gratificante para ellos de los que les gustaría, pero plantear el regreso al mismo como una tortura nos conduce a conseguir estados de infelicidad y frustración que nos harán la vida más dura a nosotros y a los que nos rodean.