La presión asistencial que llegó a causar la pandemia provocó que el Hospital Infantil Niño Jesús decidiera poner en marcha un estudio piloto que consistió en implantar la hospitalización psiquiátrica a domicilio. Después de tres años, el centro madrileño ha atendido a casi 200 pacientes en una unidad que lelga a atender hasta ocho pacientes, pero que tras el éxito cosechado se aspira a que se alcancen los 12 para evitar listas de espera.
Una de las principales responsables de este proyecto es Montserrat Graell, jefa del Servicio de Psiquiatría y Psicología clínica del centro, que destaca el hecho de que “este tipo de hospitalización permite disminuir el estigma existente sobre la enfermedad mental y el ingreso a hospitales, ya que el paciente se recuperará sin romper con su vida familiar y social”.
Una de las principales ventajas que Graell describe a Redacción Médica acerca de la hospitalización a domicilio en este tipo de pacientes es que “los cambios conductuales, emocionales y cognitivos que se producen con la terapia son más firmes que cuando la persona se encuentra en el hospital”. Esta situación es debido, tal y como recalca la especialista, a que, si los cambios “tienen lugar en el entorno habitual del paciente, es más fácil generalizar algo que has aprendido en el mismo entorno que lo vas a desarrollar”.
Otro aspecto positivo que la especialista resalta es la cantidad de riesgos que el paciente evita al realizar la terapia en su hogar, como la posibilidad de contraer infecciones nosocomiales que suelen estar presentes en los hospitales, o el impacto psicológico que puede experimentar un niño o adolescente al ser hospitalizado. Además, el paciente puede mantener sus rutinas habituales y disfrutar de un mayor contacto social.
El programa, no apto para todos los pacientes
A pesar de los beneficios que ofrece este programa, Graell reconoce que solo se implementa si “ofrece la misma eficacia que la hospitalización convencional, por lo que esta iniciativa debe estar cuidadosamente ajustada a ciertos criterios que no todos los pacientes cumplen”. La especialista subraya que este proyecto no es adecuado para aquellos pacientes que presentan condiciones físicas de riesgo, como puede suceder en casos de anorexia nerviosa muy severa.
Novedades y mejoras psiquiátricas a futuro
La ampliación del número de pacientes que pueden ser tratados en este programa no es la única novedad añadida a la iniciativa. Graell menciona otra mejora conceptual: “Todos aquellos niños diagnosticados con alguna patología mental pueden experimentar una crisis o un empeoramiento de los síntomas. En lugar de ingresarles en el hospital, se interviene en su hogar. Otra ventaja de este enfoque es que permite modificar ciertas dinámicas familiares que, sin quererlo, pueden estar perpetuando algunos trastornos o comportamientos”.
Otra de las mejoras que la especialista, Montserrat Graell, espera implementar pronto en el proyecto, siguiendo el ejemplo de Barcelona, es la de “tratar a menores en riesgo de exclusión de atención. Se trata de niños que permanecen recluidos en sus casas, han abandonado los tratamientos y es complicado que sigan un tratamiento convencional. Los especialistas acudirán a sus hogares para intentar iniciar el tratamiento, muchos de estos niños presentan adicciones graves a las tecnologías. Aunque este programa aún no está consolidado en Madrid, podría ser una extensión natural del trabajo a domicilio”.
Luchar contra el estigma es posible
Una de las metas de la psiquiatra es reducir e incluso eliminar el estigma que sigue asociado a la salud mental: “Es fundamental difundir y comprender los aspectos relacionados con estos pacientes. A veces es difícil para la sociedad, e incluso para los profesionales de otras especialidades, aceptar que un niño pueda tener una patología mental, las cuales comienzan en un 60 a 70 por ciento de los casos antes de la mayoría de edad”.
La iniciativa pionera del Hospital Infantil Niño Jesús es algo que Graell espera que se extienda gradualmente por toda España: “Cuando se recurre a la hospitalización a domicilio, siempre debe existir la opción de ingresar al paciente si es necesario, por lo que es crucial contar con una unidad de hospitalización de referencia”. La experiencia de la psiquiatra con los casos tratados en el centro madrileño demuestra que “la hospitalización a domicilio permite a los familiares entender mejor el trastorno y, de hecho, son los primeros en querer colaborar”.