En todo el mundo, muchos grupos de investigación trabajan para descifrar los secretos de la longevidad, para averiguar de qué manera se puede influir en el envejecimiento y las enfermedades que lleva aparejadas.
Esa búsqueda ha permitido destapar ya algunas pistas que pueden ser clave. Por ejemplo, se ha demostrado que algunos factores, como llevar una dieta baja en calorías, se asocian, en general, con una mayor esperanza de vida.
En estudios celulares y en modelos animales, como la mosca de la fruta o los nematodos, también la restricción de oxígeno se había relacionado con más años de vida, si bien no había datos de sus efectos en mamíferos.
Un nuevo estudio publicado en la revista PLOS Biology cambia ese panorama y proporciona, por primera vez, el impacto que tiene limitar la disponibilidad de oxígeno en mamíferos. Según sus datos, en ratones de laboratorio también la restricción de oxígeno se asocia con una mayor esperanza de vida.
En concreto, han demostrado que someter a una restricción de oxígeno similar a la que se produciría a 5.000 metros de altitud aumenta hasta en un 50% la esperanza de vida y disminuye el deterioro neurológico de estos animales.
Dirigidos por Robert Rogers, del Massachusetts General Hospital de Boston (EEUU), estos científicos realizaron distintos experimentos en ratones modificados genéticamente para que experimenten un envejecimiento prematuro.
Al comparar la esperanza de vida de ratones expuestos a distintos niveles de oxígeno, los investigadores comprobaron que los que vivían en un entorno con una disponibilidad de oxígeno similar a la que tendrían a una altitud de 5.000 metros vivían un 50% más que aquellos sin ningún tipo de hipoxia o restricción de oxígeno.
Así, la media de edad de los primeros superó las 23,6 semanas, mientras que los últimos fue de 15,7 semanas de media. Además, esa restricción de oxígeno también se asoció con un retraso en el desarrollo de problemas neurológicos asociados a la edad. En su trabajo, los científicos señalan el potencial de sus hallazgos, si bien reconocen que son necesarios más trabajos antes de conocer su impacto en humanos y los mecanismos implicados en esta relación.
"Resultados difícilmente extrapolables a humanos"
"Encontramos que la hipoxia crónica continua (un 11% de oxígeno, equivalente a la que experimentarían en el campo base del Everest) prolonga la vida un 50% y retrasa en el inicio de los problemas neurológicos en un modelo murino de envejecimiento", ha señalado, en un comunicado, Rogers.
"Mientras que la restricción calórica es la intervención más efectiva y mejor estudiada para incremental la esperanza de vida y la salud, esta es la primera vez que se demuestra que la restricción de oxígeno resulta beneficioso en un modelo de envejecimiento en mamíferos", ha añadido.
"Este estudio es una prueba de concepto muy interesante sobre el efecto de bajos niveles de oxígeno en la longevidad de ratones, demostrando lo que ya se había visto en otros modelos experimentales", ha señalado, en declaraciones a Science Media Centre España, Cayetano von Kobbe, científicos titular en el CSIC e investigador en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa.
Para Kobbe, "el modelo murino de envejecimiento prematuro empleado es muy específico (mutación de un gen implicado en la reparación del ADN), lo que limita las conclusiones.
Lo ideal sería compararlo con el efecto de bajos niveles de oxígeno en ratones wild type o normales, aunque eso implicaría ensayos de más de dos años de duración, y no de seis meses, como los del presente estudio. Por lo tanto, los resultados son difícilmente extrapolables a las personas, primero por las diferencias obvias entre ratones y humanos, pero más si cabe, por el hecho de utilizar un modelo de ratón con una mutación muy específica".
Hipoxia y alimentos
Por su parte Nabil Djouder, jefe del Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha subrayado que "este estudio es significativo porque demuestra por primera vez que la "restricción de oxígeno" puede prolongar la vida en un modelo de envejecimiento en mamíferos.
También contribuye a nuestra comprensión del impacto de los bajos niveles de oxígeno en los organismos de mamíferos. Sin embargo, aún no se han determinado los mecanismos exactos a través de los cuales la hipoxia ejerce sus efectos. Sorprendentemente, la hipoxia no afectó significativamente a la ingesta de alimentos y tuvo un impacto mínimo en marcadores de envejecimiento como el daño del ADN o la senescencia, lo que sugiere que opera a través de un mecanismo distinto de la restricción dietética"
"Las implicaciones de este estudio son significativas, ya que sugieren que la hipoxia crónica continua podría ser una intervención prometedora para prolongar la vida útil y retrasar el deterioro neurológico relacionado con la edad. Este hallazgo puede tener implicaciones para el desarrollo de terapias dirigidas al envejecimiento y a las enfermedades relacionadas con la edad en humanos.
Por ejemplo, vivir en condiciones con niveles de oxígeno restringidos, como a gran altitud o en zonas montañosas, podría prolongar la esperanza de vida. Sin embargo, se necesitarían más estudios epidemiológicos para verificar esta hipótesis", ha señalado a SMC España. "Es importante reconocer que aún se desconocen los mecanismos precisos a través de los cuales la hipoxia ejerce sus efectos.
Es necesario seguir investigando para conocer a fondo estos mecanismos y evaluar las posibles aplicaciones terapéuticas de la restricción de oxígeno en humanos", ha añadido.
"Si futuros estudios confirman los hallazgos y demuestran su aplicabilidad en humanos, las aplicaciones potenciales podrían implicar el desarrollo de intervenciones que simulen o imiten la hipoxia crónica continua de forma controlada. Sin embargo, sería necesaria una evaluación cuidadosa de los riesgos y beneficios para garantizar la eficacia de tales intervenciones en poblaciones humanas".