La inflamación está implicada en la neuropatología del trastorno bipolar (TB). La asociación de la proteína C reactiva (PCR) con la estructura del cerebro se ha examinado en relación con el BD entre adultos pero no entre jóvenes.
Métodos
Los participantes incluyeron 101 jóvenes (BD, n = 55; grupo de control [CG], n = 46; edades de 13...
La inflamación está implicada en la neuropatología del trastorno bipolar (TB). La asociación de la proteína C reactiva (PCR) con la estructura del cerebro se ha examinado en relación con el BD entre adultos pero no entre jóvenes.
Métodos
Los participantes incluyeron 101 jóvenes (BD, n = 55; grupo de control [CG], n = 46; edades de 13 a 20 años). Se analizaron muestras de sangre para determinar los niveles de PCR.
Se adquirieron imágenes cerebrales ponderadas en T1 para obtener área de superficie cortical (SA), volumen y grosor para 3 regiones de interés (ROI; materia gris cortical de todo el cerebro, corteza prefrontal, corteza orbitofrontal [OFC]) y para análisis de vértices.
Los análisis incluyeron los efectos principales de la PCR y los efectos de interacción controlando la edad, el sexo y el volumen intracraneal.
Resultados
En los análisis de ROI, una PCR más alta se asoció con una SA de todo el cerebro más alta (β = 0, 16; P = 0, 03) y un espesor cortical de OFC más bajo (β = −0, 31; P = 0, 03) (β = −0, 29; P = 0, 29; P = 0, 03); P = 0, 04) dentro del grupo BD y se asoció con una mayor OFC SA (β = 0, 17; P = 0, 03) dentro del GC.
En los análisis de vértices, una PCR más alta se asoció con una SA más alta y un grosor cortical más bajo en las regiones frontal y parietal dentro de BD.
Se encontró una interacción significativa de PCR por diagnóstico en las regiones frontal y temporal, donde una PCR más alta se asoció con métricas neuroestructurales más bajas en el grupo BD pero métricas neuroestructurales más altas en CG.
Conclusiones
Este estudio encontró que una PCR más alta entre los jóvenes con BD se asocia con una SA más alta pero un espesor cortical más bajo en el ROI y en los análisis de vértices.
El estudio identificó dos regiones en las que la asociación de la PCR con la estructura cerebral difiere entre los jóvenes con TB y los jóvenes con GC. Se justifican futuros estudios longitudinales de medidas repetidas que incorporen marcadores inflamatorios adicionales.
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