Un gran estudio de imágenes cerebrales de adultos con seis enfermedades psiquiátricas diferentes muestra que la heterogeneidad en las desviaciones regionales del volumen de materia gris es una característica general de la enfermedad psiquiátrica, pero que estas áreas regionalmente heterogéneas a menudo están integradas en redes y circuitos funcionales comunes.
Los hallazgos sugieren que "dirigirse a circuitos cerebrales, en lugar de regiones cerebrales específicas, puede ser una forma más eficaz de desarrollar nuevos tratamientos", compartió con Medscape Noticias Médicas Ashlea Segal, investigadora del estudio.
Los hallazgos también apuntan a que es "poco probable que exista una sola causa o mecanismo de un trastorno dado y que un enfoque de tratamiento 'unitalla' probablemente solo sea apropiado para un pequeño subconjunto de personas. De hecho, un tratamiento de ese tipo seguramente no funcione para la mayoría", señaló Segal, candidata a doctorado en el Neural Systems and Behaviour Lab del Turner Institute for Brain and Mental Health en la Universidad Monash en Melbourne, Australia.
PUBLICIDAD
"Centrarnos en las alteraciones cerebrales a nivel individual nos permite desarrollar tratamientos más personalizados", añadió Segal.
La heterogeneidad regional, escribieron los autores, "ofrece una explicación plausible para la heterogeneidad clínica descrita con suficiencia y observada en los trastornos psiquiátricos, mientras que la agregación de desviaciones a nivel de circuito y red es un supuesto sustrato neural para las similitudes fenotípicas entre pacientes a los que se les asignó el mismo diagnóstico".
El estudio fue publicado en versión electrónica el 14 de agosto en Nature Neuroscience.
Más allá de los promedios de grupo
Durante décadas, los investigadores han mapeado áreas del cerebro que muestran un volumen reducido de materia gris en personas diagnosticadas con una variedad de condiciones mentales, pero estos mapas solo se han generado a nivel de promedios grupales, explicó Segal.
"Esto significa que entendemos cómo los cerebros de las personas con, por ejemplo, esquizofrenia difieren usualmente de los que no tienen esquizofrenia, pero en realidad no podemos decir mucho sobre las personas en particular", dijo Segal.
Para su estudio, los investigadores utilizaron nuevas técnicas estadísticas desarrolladas por Andre Marquand, Ph. D., quien codirigió el proyecto, para caracterizar la heterogeneidad de las diferencias de volumen reducido de materia gris en 1.294 personas diagnosticadas con una de las seis condiciones psiquiátricas y 1.465 controles equiparados. Marquand está afiliado al Donders Institute for Brain, Cognition, and Behavior en Nijmegen, Países Bajos.
Estas técnicas "nos permiten comparar el tamaño de más de 1.000 regiones cerebrales diferentes de cualquier persona en relación con lo que deberíamos esperar ver en la población general. De esta manera, podemos identificar, para cualquier caso, regiones cerebrales que muestran volúmenes inusualmente pequeños o grandes, dados su edad y sexo", ahondó Segal para Medscape Noticias Médicas.
La muestra clínica incluyó a 202 personas con trastorno del espectro autista, 153 con trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH), 228 con trastorno bipolar, 161 con trastorno depresivo mayor, 167 con trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y 383 personas con esquizofrenia.
Confirmando los hallazgos anteriores, aquellos con condiciones psiquiátricas mostraron más desviaciones de volumen reducido de materia gris que los controles sanos, encontraron los investigadores. Sin embargo, en lo individual, las desviaciones de las expectativas de la población para el volumen de materia gris regional fueron "altamente heterogéneas" y afectaron la misma área en menos del 7 % de las personas con el mismo diagnóstico, señalaron.
"Este resultado significa que es difícil identificar objetivos de tratamiento o mecanismos causales centrándose solo en los promedios de grupo", resaltó en un comunicado Alex Fornito, Ph. D., de la Universidad Monash, quien dirigió al equipo de investigación.
"También podría explicar por qué las personas con el mismo diagnóstico muestran una amplia variabilidad en sus perfiles de síntomas y resultados de tratamiento", añadió Fornito.
Sin embargo, a pesar de la considerable heterogeneidad a nivel regional en diferentes diagnósticos, estas desviaciones estaban integradas dentro de circuitos y redes funcionales comunes en hasta un 56 % de los casos.
La red de prominencia y de atención ventral, por ejemplo, que desempeña un papel central en el control cognitivo, la conciencia interoceptiva y el cambio entre la atención enfocada, interna y externamente, estuvo implicada en todos los diagnósticos, junto con otras redes neuronales involucradas selectivamente en la depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia y el trastorno por déficit de atención/hiperactividad.
Los investigadores informaron que el acercamiento que tomaron abre nuevas oportunidades para mapear los cambios cerebrales en las enfermedades mentales.
"El enfoque que hemos desarrollado nos permite comprender la diversidad de cambios cerebrales en las personas con enfermedades mentales en diferentes niveles, desde regiones individuales hasta circuitos y redes cerebrales más generalizados, lo que ofrece una visión más profunda de cómo se ve afectado el cerebro en casos individuales",declaró Fornito en un comunicado.
El estudio no contó con financiación comercial. Segal, Fornito, Ph. D., y Marquand, Ph. D., han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
Este contenido fue publicado originalmente en Medscape.com y adaptado para Medscape en español, parte de la Red Profesional de Medscape.
