En 2019, las siglas IA no nos remitían automáticamente a incidencia acumulada sino a inteligencia artificial; ese campo de la ciencia (con el permiso del coronavirus) ha protagonizado una de las noticias médicas del año que nos deja. Y no ha sido el único avance no relacionado con la covid-19 del que se ha hablado en estos últimos doce meses.
La estructura de las proteínas, al alcance de un algoritmo
En el pasado, los investigadores aprendían sobre las estructuras de las proteínas analizándolas minuciosamente con diversas técnicas de microscopía o simulándolas con modelos menos precisos. De ese conocimiento depende el avance en el conocimiento de las enfermedades y la obtención de nuevos medicamentos. En lo que se ha definido como la mayor contribución de la de inteligencia artificial (IA) a la medicina, el algoritmo AlphaFold predice la estructura de las proteínas de forma muy precisa. Elegido el mejor avance científico del año por la revista Science, se ha desarrollado por la compañía con sede en Londres DeepMind. El algoritmo ha dibujado la arquitectura de casi todas las proteínas el organismo humano y de otra veintena de organismos que sirven de modelo habitual en los laboratorios (unas 350.000 estructuras en total, muchas de ellas no se habían hecho visibles hasta el momento).
CRISPR ‘in vivo’
Este año, por primera vez, se ha utilizado con éxito la técnica de edición genética CRISPR-Cas9 directamente en el organismo de una persona. Así lo demostró en junio la publicación de un pequeño estudio llevado a cabo por investigadores de las biotecnológicas Intellia Therapeutics, en Cambridge (Massachusetts), y Regeneron en Tarrytown (Nueva York), en seis pacientes con amiloidosis hereditaria mediada por transtiretina (TTR); esta enfermedad se produce por el mal plegamiento de la proteína TTR, cuyo acumulación dañino altera diversos órganos y tejidos, desde el corazón a los nervios. Los científicos introdujeron en estos enfermos un agente (llamado NTLA-2001) diseñado para silenciar el gen productor de TTR utilizando la tecnología CRISPR. Después de recibir el tratamiento, los participantes en el estudio experimentaron una disminución de los niveles de la proteína alterada; los dos que recibieron una dosis alta tuvieron una caía en los niveles de proteína de un 87% en media.
Más cerca de la quimera
En abril, la revista Cell presentó el desarrollo de unas quimeras mono-humanas, obtenidas por el grupo de Juan Carlos Izpisúa en el Instituto Salk, en Estados Unidos, y el de Weizhi Ji en la Universidad Kuming, en China. Estos pioneros embriones híbridos con células de mono y humano no estuvo exenta de polémica ética. Como expuso Ipzisúa a este medio entonces “nuestro trabajo, incluido este, siempre es revisado de manera exhaustiva tanto a nivel institucional como a través de la extensión a bioéticos independientes con experiencia en políticas estatales y nacionales en esta área de investigación. Ese proceso ha ayudado a guiar nuestros experimentos, que se centraron por completo en embriones quiméricos ex vivo. […]. No sabemos si los embriones de humanos y monos serían biológicamente posibles, pero nuestro objetivo en la investigación de las quimeras es comprender mejor el desarrollo humano para desarrollar tratamientos para enfermedades humanas, no para desarrollar nuevos organismos”. Para el científico, la generación de quimeras humano-animal puede servir como una plataforma para el estudio de la embriogénesis humana temprana, el modelado de enfermedades y el cribado de fármacos, proporcionando lecturas in vivo del inicio y la progresión de la enfermedad, la eficacia y toxicidad del fármaco, con un valor clínico relevante; además, allana el camino hacia el xenotrasplante.
Nuevo y polémico fármaco para la enfermedad de Alzheimer
Por primera vez en casi veinte años, la Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) aprobó un medicamento nuevo para la enfermedad de Alzheimer. No obstante, ha sido el principio de un culebrón entre el comité de expertos de asesores –que votó en contra de la aprobación del fármaco- y la propia agencia reguladora que ha terminado con la dimisión de los expertos y el inicio de una investigación federal sobre la decisión. La farmacéutica que desarrolla el fármaco, Biogen, presentó estudios que avalaron que aducanumab puede eliminar del cerebro acumulación de proteína beta amiloide, que es la hipotética causa principal de la enfermedad de Alzheimer. Recientemente, el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha emitido un comunicado negativo sobre la solicitud de autorización de comercialización de aducanumab, sobre la base de estos estudios. Desde la compañía pedirán una reevaluación de ese rechazo, pues “creemos en el medicamento, en su relación riesgo-beneficio y en la solidez de los ensayos clínicos que lo avalan”, declaró en una entrevista a DM Sérgio Teixeira, director general de Biogen en España.
Neuroprótesis para comunicarse
Una nueva neuroprótesis permitió comunicarse a un paciente con incapacidad para articular palabras (anartria). Tras más de diez años de investigación, impulsada por el neurocirujano de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) Edward Chang, la neuroprótesis logró traducir las señales que envía el cerebro al tracto vocal en palabras, permitiendo así a un hombre con graves secuelas por un ictus –anartria y tetraparesia espástica- generar palabras en una pantalla. El caso de éxito, presentado en julio, utilizó una matriz con múltiples electrodos implantada de forma subdural, sobre el área de la corteza sensoriomotora para controlar el habla. La traducción, en tiempo real, tradujo la actividad cortical de esta persona en una media de 15,2 palabras por minuto, con una tasa de error del 25,6%. Esta forma de generar texto con tan solo intentar hablar podría ser muy útil para pacientes con secuelas causadas por esclerosis lateral amiotrófica, parálisis cerebral, accidente cerebrovascular, entre otros trastornos.
Evitar recaídas en la depresión
La enfermedad mental ha sido uno de los grandes temas médicos del año. Los resultados de un ensayo clínico independiente publicado en octubre ahondan en el tratamiento de mantenimiento de la depresión, una de las patologías psiquiátricas más prevalentes y con más riesgo de recaída. Después de un año de tratamiento, los pacientes que dejaron de tomar antidepresivos tenían más riesgo de sufrir una recaída que aquellos que continuaron con los fármacos (56% frente al 39%). Si bien seguir tomando los medicamentos no eliminaba del todo el riesgo de recaer, era significativamente mayor entre los que dejaban la farmacoterapia. El ensayo, controlado con placebo, se centró en pacientes tratados en la atención primaria del sistema de salud británico, que se sentían bien como para dejar de tomar los psicofármacos.
Impacto de la sal en los ictus
Reemplazar la sal con una alternativa baja en sodio reduce el riesgo de accidente cerebrovascular en personas con presión arterial alta que han tenido un ictus previo, como demostró un estudio llevado a cabo en 600 pueblos de zonas rurales de cinco provincias de China. Los sustitutos de la sal, que reemplazan parte del cloruro de sodio en la sal normal por cloruro de potasio, reducen la presión arterial, según se había mostrado en investigaciones previas, pero sus efectos sobre las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares y la muerte no habían sido probados hasta este amplio trabajo que propone una nueva manera de atajar el riesgo de enfermedad cerebrovascular.
Triple 'salto' en el trasplante infantil
Los profesionales que integran la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) se superan cada año y el coronavirus no iba a acabar con esa tradición. En 2021 un equipo multicéntrico del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid) lleva a cabo un trasplante de corazón infantil de donante en asistolia en un bebé de pocos meses y con incompatibilidad sanguínea con su donante; el primero de este tipo en el mundo. La donación tuvo lugar en un hospital de otra comunidad autónoma, lo que supuso el traslado del equipo cardiaco del Hospital Gregorio Marañón por vía aérea. En el procedimiento utilizado, el corazón del donante fallecido se recuperó antes de su extracción a través de un sistema de circulación extracorpórea que permite mantener oxigenados los órganos susceptibles de trasplante y valorar el funcionamiento cardiaco. El trasplante realizado a la pequeña Naiara es único por tres motivos: por tener lugar entre niños de muy pequeño tamaño; al implantarse el injerto cardiaco tras varias horas de isquemia fría en un centro alejado del hospital donante y por constituir un trasplante ABO incompatible, lo que aumenta aún más la complejidad del procedimiento.
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