Autor/autores:
Cubillos C y Rienzo A
La pandemia sanitaria mundial ha afectado a la creciente población de adultos mayores, especialmente aquellos con enfermedades mentales. Es necesario prevenir tempranamente los casos de deterioro cognitivo en adultos, y para ello se requiere del apoyo de las tecnologías de la información y la comunicación para la evaluación y entrenamiento de las funciones cogni...
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La pandemia sanitaria mundial ha afectado a la creciente población de adultos mayores, especialmente aquellos con enfermedades mentales.
Es necesario prevenir tempranamente los casos de deterioro cognitivo en adultos, y para ello se requiere del apoyo de las tecnologías de la información y la comunicación para la evaluación y entrenamiento de las funciones cognitivas.
Esto se puede lograr a través de aplicaciones informáticas diseñadas para la evaluación cognitiva.
En esta revisión, nuestro objetivo fue evaluar el estado de las plataformas y aplicaciones de pruebas digitales actuales para la evaluación cognitiva, con enfoque en los adultos mayores.
Se realizó una búsqueda bibliográfica sistemática en 3 bases de datos (Web of Science, PubMed y Scopus) para recuperar artículos recientes sobre las aplicaciones de las pruebas digitales para la evaluación cognitiva y analizarlos en función de la metodología utilizada. Se consideraron cuatro preguntas de investigación.
Mediante la metodología PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses), tras la aplicación de criterios de inclusión y exclusión, finalmente se revisaron un total de 20 artículos.
Se identificaron algunas brechas y tendencias con respecto a los tipos de aplicaciones y tecnologías digitales utilizadas, los efectos evaluados en los dominios cognitivos y los parámetros psicométricos y características personales considerados para la validación.
Los tipos de evaluación predominantes fueron las pruebas computarizadas (similares a las pruebas de papel y lápiz) y las baterías de pruebas (en computadoras, tabletas o plataformas web).
También se realizaron estudios iniciales con simuladores, entornos virtuales y juegos de actividades de la vida diaria.
Se observaron diversos métodos de validación y propiedades psicométricas; sin embargo, faltaron evaluaciones que involucraran a poblaciones específicas con diversos niveles educativos, culturas y grados de aceptación de la tecnología.
Además, estas evaluaciones deben considerar aspectos emocionales y de usabilidad.
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