El cambio climático está generando muchas circunstancias que están derivando en trastornos mentales como depresión, ansiedad o demencia. Un estimulante que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya califica como un “grave riesgo” para la Salud Mental. Para reducir su impacto, desde la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (Sepsm) creen que se debe “dotar de importancia” al papel de Psiquiatría dentro de la respuesta de los estados para combatir el cambio climático, con la inclusión de perfiles técnicos o la formación en salud mental de los equipos de emergencias.
Según detalla a Redacción Médica, Manuel Martín, vicepresidente de la Sepsm, los países deben considerar cómo responder a las emergencias derivadas del cambio climático y, dentro de esa respuesta, debe haber equipos de atención mental que formen parte de la asistencia sanitaria que se presta a los afectados.
"Hasta ahora la atención de la salud mental en consecuencias del cambio climático se ha basado en el voluntarismo y debe haber una respuesta programada, por territorios y con un equipo multidisciplinar con psicólogos y psiquiatras de emergencias", asegura el especialista.
Actualmente, hay una escasez de profesionales de la salud mental que podría dificultar la búsqueda de perfiles que ingresen dentro de estos equipos de emergencia. Por ello, Manuel Martín pone una segunda solución en caso de que no se encontrarán profesionales. "También se podría dar formación en salud mental a los equipos de respuestas a las emergencias para que puedan dar una asistencia mínima y estén sensibilizados con ello", explica el Psiquiatra, quien emplaza al Estado a que estudie ambas opciones de cara al futuro y dote de la importancia necesaria a la salud mental en los planes o acciones que se lleven a cabo para combatir las consecuencias climáticas.
Una influencia "evidente" en la salud mental
Desde Psiquiatría comparten la visión de salud que maneja el organismo internacional y respalda sus cinco enfoques para evitar un aumento de trastornos mentales."La salud no es un concepto solo de salud física. Dentro del concepto de salud integral que maneja la OMS existe la salud ecológica y, además, es acorde con el enfoque biopsicosocial de salud, donde se encuentra la parte física o la mental, y se ha incluido ahora una más”, explica Martín Carrasco.
El especialista tiene claro que es “evidente” que el cambio climático interfiere en la salud mental: “Por ejemplo, la polución está ligada a un aumento de la demencia o los desastres medioambientales son aspectos que influyen mucho, también las migraciones a raíz del mismo…”.
Unos motivos que le llevan a reivindicar que no se debe apartar la salud mental del abanico de consecuencias generadas por el cambio climático. Además, Martín Carrasco va más allá y pide que dentro de los planes o estrategias de salud mental se incluyan la consideración de las condiciones climáticas.
Por último, el especialista recuerda que no solo se trata de solventar trastornos mentales. “La lucha contra el cambio climático también se trata de una promoción del bienestar mental. Si uno se encuentra en un entorno desolado y contaminado, es más infeliz y está más propenso a sufrir trastorno que si está en un entorno natural que no ha tenido ninguna influencia nefasta del cambio climático”.