El estudio detallado de los trastornos por consumo de alcohol (AUD) y su transmisión familiar ha sido objeto de investigaciones exhaustivas debido a su alta prevalencia en ciertas familias, donde frecuentemente se acompañan de otros trastornos psiquiátricos y de consumo de sustancias.
La comprensión de la comorbilidad y la agregación familiar en casos de AUD es ...
El estudio detallado de los trastornos por consumo de alcohol (AUD) y su transmisión familiar ha sido objeto de investigaciones exhaustivas debido a su alta prevalencia en ciertas familias, donde frecuentemente se acompañan de otros trastornos psiquiátricos y de consumo de sustancias.
La comprensión de la comorbilidad y la agregación familiar en casos de AUD es esencialmente compleja porque las familias comparten factores genéticos y ambientales que contribuyen al riesgo. Desentrañar estas influencias es crucial para desarrollar intervenciones preventivas más efectivas, descubrir posibles tratamientos farmacológicos y afinar las terapias personalizadas para tratar estos trastornos.
En un estudio significativo realizado por Kendler et al. , publicado recientemente, se analizaron los datos de padres e hijos dentro de una vasta muestra poblacional sueca que comprende más de 1. 2 millones de descendientes de familias intactas, de los cuales 102, 940 tenían al menos un progenitor diagnosticado con AUD.
Este estudio exploró la transmisión del riesgo asociado a cinco trastornos psiquiátricos: AUD, trastornos por consumo de drogas, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), depresión mayor y trastornos de ansiedad.
Además, se evaluaron las diferencias en la transmisión del riesgo entre hijos e hijas y se analizó si los patrones de riesgo variaban en ausencia de los progenitores afectados.Los investigadores utilizaron registros médicos y penales de individuos nacidos entre 1970 y 1990 y sus respectivos padres.
Los resultados del estudio revelaron varios hallazgos clave. En primer lugar, los hijos de padres con AUD mostraron un mayor riesgo de desarrollar el mismo trastorno (índice de riesgo = 2, 36), seguido por trastornos por uso de drogas (índice de riesgo = 2, 04) y TDAH (índice de riesgo = 1, 82). Los riesgos para la depresión mayor y los trastornos de ansiedad también se incrementaron, aunque en menor medida (índice de riesgo = 1, 43 para ambos).
No se observaron diferencias significativas entre hijos e hijas en cuanto al riesgo, a pesar de las conocidas disparidades en la prevalencia del AUD entre géneros.Curiosamente, el riesgo se intensificaba cuando ambos padres padecían de AUD, evidenciando un índice de riesgo de 4, 64 para AUD en la descendencia, casi el doble que si solo uno de los progenitores estaba afectado.
Además, se descubrió que el riesgo asociado a madres y padres afectados por AUD era prácticamente el mismo, contrariando la hipótesis de que las mujeres, al ser menos propensas al AUD, podrían requerir un mayor nivel genético de riesgo para desarrollar el trastorno.
Esto sugiere que las diferencias de prevalencia entre sexos podrían deberse más a factores ambientales, como las normas sociales relativas al consumo de alcohol, que a diferencias genéticas inherentes. La comparación de prevalencia entre generaciones también destacó los efectos ambientales; por ejemplo, la prevalencia de AUD fue menor en la generación de los descendientes en comparación con la de sus padres.
Estos hallazgos resaltan que el mayor riesgo de trastornos en hijos de padres con AUD tiene una fuerte base genética, aunque las influencias ambientales, como la crianza durante los años formativos, juegan un papel menor.
Este estudio subraya la importancia de considerar tanto los factores genéticos como los ambientales en el tratamiento y prevención del AUD y otros trastornos relacionados.
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