Introducción
Las conductas prosociales, definidas como acciones que benefician a otros, son fundamentales para el bienestar social en muchas especies, incluidos los humanos. Sin embargo, los adolescentes con problemas de conducta (PC) exhiben una participación significativamente reducida en este tipo de comportamientos en comparación con sus pares de desarrollo típico ...
Introducción
Las conductas prosociales, definidas como acciones que benefician a otros, son fundamentales para el bienestar social en muchas especies, incluidos los humanos. Sin embargo, los adolescentes con problemas de conducta (PC) exhiben una participación significativamente reducida en este tipo de comportamientos en comparación con sus pares de desarrollo típico (DT).
Esta disminución es especialmente marcada en adolescentes con problemas de conducta acompañados de altos niveles de rasgos insensibles-carentes de emociones (PC/HCU), quienes están en mayor riesgo de desarrollar psicopatía en la adultez.
Aunque se ha investigado extensamente los mecanismos cognitivo-afectivos detrás de la conducta antisocial, hay menos información sobre los mecanismos que explican la reducción de conductas prosociales en adolescentes con PC.
Métodos
Este estudio examina la disposición de los adolescentes a realizar esfuerzos tanto para beneficiarse a sí mismos (self) como a otra persona (other, condición prosocial).
Se incluyen adolescentes varones de 11 a 16 años en tres grupos: aquellos con PC y altos niveles de rasgos CU (PC/HCU), aquellos con PC y niveles más bajos de rasgos CU (PC/LCU), y sus pares de desarrollo típico. (TD).
La muestra constaba de 27 adolescentes PC/HCU, 34 PC/LCU y 33 TD. Se utilizó una tarea experimental que capturaba tanto las elecciones prosociales como el esfuerzo real ejercido tras dichas elecciones.
Los modelos computacionales se emplearon para desentrañar los procesos mecánicos involucrados en la elección de actos prosociales.
Resultados
Los resultados mostraron que tanto los grupos PC/HCU como los PC/LCU eran menos propensos a iniciar actos prosociales que requerían esfuerzo en comparación con los adolescentes DT, reflejando esta tendencia tanto a nivel cognitivo como conductual.
De manera sorprendente, incluso cuando optaban por iniciar un acto prosocial, los adolescentes en el grupo PC/HCU se daban cuenta de menos esfuerzo real después de hacer esta elección en comparación con los otros grupos.
Conclusiones
Estos hallazgos sugieren que la reducción del esfuerzo para beneficiar a otros es un factor distintivo en adolescentes con problemas de conducta, especialmente aquellos con altos niveles de rasgos CU.
Esta característica puede contribuir a su bajo comportamiento prosocial y podría estar vinculada a vulnerabilidades específicas que caracterizan a este subgrupo.
Comprender estos mecanismos subyacentes es crucial para el desarrollo de intervenciones dirigidas a mejorar las conductas prosociales en esta población, potenciando su integración social y reduciendo el riesgo de psicopatía en la adultez.
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