El insomnio y la ideación suicida (IS) son fenómenos comunes en personas con esquizofrenia, y también se observan con frecuencia en aquellos con alto riesgo clínico de desarrollar psicosis (CHR-P, por sus siglas en inglés).
Estudios previos han identificado asociaciones claras entre la alteración del sueño, la IS y diversos síntomas psicopat...
El insomnio y la ideación suicida (IS) son fenómenos comunes en personas con esquizofrenia, y también se observan con frecuencia en aquellos con alto riesgo clínico de desarrollar psicosis (CHR-P, por sus siglas en inglés).
Estudios previos han identificado asociaciones claras entre la alteración del sueño, la IS y diversos síntomas psicopatológicos en personas con esquizofrenia, pero se sabe menos sobre estas relaciones en individuos en la fase prodrómica, antes de que aparezca la psicosis completa. En este estudio, nos propusimos investigar estas asociaciones en una cohorte de individuos CHR-P.
Utilizamos los datos de la cohorte de los Estudios Longitudinales de Pródomos de América del Norte (NAPLS-3), que incluyó a 688 individuos con CHR-P. Nuestro objetivo fue explorar las relaciones entre varios indicadores de alteración del sueño, como los medidos por la escala de Síntomas Prodrómicos (SOPS), la escala de depresión de Calgary para esquizofrenia (CDSS) y el Índice de Calidad del sueño de Pittsburgh (PSQI), con la ideación suicida (medida también con la CDSS) y los síntomas de riesgo de psicosis.
Los resultados indicaron que el 25 % de los participantes experimentaron insomnio terminal, el 69 % reportó algún tipo de alteración del sueño y el 29 % presentó ideación suicida. Estos porcentajes reflejan una prevalencia significativa de problemas del sueño e IS en esta población. Al analizar las relaciones entre estas variables, encontramos que múltiples indicadores de alteración del sueño (SOPS, PSQI) estaban significativamente asociados con la presencia de IS de forma concurrente, con razones de probabilidades (OR) que oscilaron entre 1, 05 y 1, 40.
Sin embargo, es importante destacar que el insomnio terminal no se asoció con la conversión a psicosis, lo que sugiere que aunque este tipo específico de insomnio es frecuente, no parece ser un factor predictivo directo de la transición a psicosis completa.
Además, los problemas del sueño se asociaron con mayores puntuaciones de síntomas de riesgo de psicosis, tanto en las puntuaciones totales como en las de subescalas (con coeficientes β que oscilaron entre 0, 09 y 0, 39). Estos hallazgos subrayan la fuerte conexión entre las alteraciones del sueño y la gravedad de los síntomas de riesgo de psicosis en personas con CHR-P.
Dado que los problemas del sueño son prevalentes y se asocian con una mayor gravedad de la IS y los síntomas de riesgo de psicosis, nuestros resultados resaltan la importancia de diseñar estudios de intervención longitudinales. Investigar si el tratamiento de los trastornos del sueño puede reducir la ideación suicida y los síntomas psicóticos podría tener implicaciones significativas para mejorar la calidad de vida y reducir la progresión de la enfermedad en esta población vulnerable.
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