A pesar de la práctica común de utilizar evaluaciones multi-informantes para evaluar el comportamiento de los niños, donde se valoran las calificaciones tanto de los profesores como de los padres, a menudo hay una discrepancia notable entre las dos. Esta discrepancia plantea preguntas sobre la eficacia de dichas evaluaciones, particularmente en la predicción de los resu...
A pesar de la práctica común de utilizar evaluaciones multi-informantes para evaluar el comportamiento de los niños, donde se valoran las calificaciones tanto de los profesores como de los padres, a menudo hay una discrepancia notable entre las dos. Esta discrepancia plantea preguntas sobre la eficacia de dichas evaluaciones, particularmente en la predicción de los resultados de autorregulación de los niños.
Este estudio tuvo como objetivo desglosar y evaluar la utilidad predictiva de las calificaciones tanto de maestros como de padres a través de cuatro estudios distintos, enfocándose en varios aspectos de la función ejecutiva de los niños y las tareas de rendimiento continuo.
En el primer estudio, se evaluaron 163 niños de entre 31 a 84 meses (media = 55. 58 meses, DE = 8. 43). El segundo estudio amplió esta investigación para incluir a 1, 088 niños de 48 a 63 meses (media = 55. 15 meses, DE = 3. 65). El tercer estudio se centró en un grupo demográfico específico, involucrando a 246 niños bilingües de habla hispana de 40 a 72 meses (media = 56. 66 meses, DE = 6. 06). Finalmente, el cuarto estudio evaluó a 280 niños de entre 38 a 75 meses (media = 55. 92 meses, DE = 4. 16).
En estos estudios, tanto los padres como los maestros tuvieron la tarea de calificar los comportamientos externalizantes de los niños utilizando herramientas como la escala de Calificación de Conners y la escala de Fortalezas y Debilidades de los Síntomas de TDAH y el Comportamiento Normal. Al mismo tiempo, los niños realizaron una serie de tareas de autorregulación basadas en el rendimiento diseñadas para medir objetivamente sus habilidades de función ejecutiva.
Los resultados a lo largo de los estudios mostraron una tendencia consistente: las calificaciones de los maestros generalmente estaban más fuertemente asociadas con los resultados de autorregulación de los niños que las calificaciones de los padres. Esto fue cierto en la mayoría de los resultados y estudios, con la excepción de dos casos en el cuarto estudio donde las fortalezas predictivas de las calificaciones de maestros y padres fueron equivalentes.
Esto sugiere que los maestros, que observan a los niños en un entorno estructurado y pueden comparar comportamientos en un espectro más amplio de etapas de desarrollo infantil, podrían proporcionar percepciones que están más alineadas con las habilidades de los niños en tareas de autorregulación. Los análisis de regresión desglosaron aún más estas asociaciones, revelando las varianzas únicas y superpuestas contabilizadas por cada tipo de evaluador.
Estos análisis destacan las complejidades de confiar en calificaciones de un solo informante y subrayan el potencial de las evaluaciones de los maestros para ofrecer una medida más precisa del éxito futuro en la autorregulación.
Estos hallazgos no solo refuerzan el argumento para la evaluación crítica de las discrepancias entre informantes, sino que también cuestionan la utilidad general de las evaluaciones multi-informantes en entornos preescolares. Sugieren una posible necesidad de recalibrar cómo se evalúa el comportamiento infantil, particularmente en contextos educativos y de desarrollo, para predecir y apoyar mejor las capacidades de autorregulación.
Este estudio, por lo tanto, sirve como una referencia fundamental para educadores, psicólogos e investigadores en la comprensión y mejora de los procesos de evaluación para el desarrollo de los niños pequeños.
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