La pregunta es recurrente: ¿Debe ser obligatoria la vacunación contra la covid? Pero el contexto pandémico en el que se ha ido planteando cambia. Italia respondió a la cuestión este miércoles, antes del día de Reyes. El Consejo de Ministros italiano aprobó la vacunación obligatoria contra el coronavirus para mayores de 50 años y la medida entrará en vigor a mediados del mes de febrero.
Alemania y Francia caminan en esa dirección. El ministro de Sanidad alemán, Karl Lauterbach, en una entrevista que apareció este sábado en el diario Die Welt y ha recogido la agencia EFE, expresó el convencimiento de que la vacuna obligatoria contribuirá a mejorar la protección de la población. Un día antes, en la primera reunión de este año del Gobierno federal y los Länders, los 16 jefes de gobierno regionales se posicionaron por primera vez expresamente a favor de la medida.
El debate parlamentario sobre la vacunación obligatoria en Alemania está previsto para la última semana de enero. El objetivo es aprobar una regulación que imponga la inmunización en el primer trimestre del año, aunque debe concretarse los detalles de la norma. En Austria, el Ejecutivo también prepara una reforma para hacer obligatoria esa inmunización, que incluye multas de hasta 3.600 euros.
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Mientras esta misma semana, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, resumió en una frase sus intenciones, al afirmar que quería "joder" a los que no se vacunaran.
La vía española
Sin embargo, España no ha dado muestras de fisura en su posición de no hacer obligatoria la vacunación a la población en general. Desde la ponencia de la estrategia de vacunación, donde se reúnen los expertos que asesoran al Ministerio de Sanidad en este sentido, se defiende una postura contraria a esta obligatoriedad sostenida en argumentos bioéticos y legales y, sobre todo, en unos porcentajes de vacunación que se han mostrado como satisfactorios: 90% en mayores de 18 años.
Estas altas tasas de cobertura vacunal son también esgrimidas por Joan Cayla, de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) para defender que no es necesario imponer la vacunación a la población general. Sin embargo, Cayla afirma que debe ser obligatorio "para el personal sanitario en contacto estrecho con pacientes de riesgo" y señala que "si no quieren vacunarse deberían tener otros destinos laborales".
Sobre esa obligatoriedad general de la vacunación es más tajante Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología, quien en el IV Congreso de Derecho Sanitario de la Comunidad Valenciana, celebrado el pasado noviembre, afirmó: "Aunque existe un debate ético y legal, como sanitario, no tengo duda de que habría que obligar a la vacunación o, como mínimo, esa obligatoriedad debería ser evidente en aquellos que están en contacto con personas vulnerables y en ambientes como los escolares".
La vacunación contra la covid para el personal sanitario es obligatoria en Italia, Francia y Grecia. En España hay una versión bastante cercana a esa obligatoriedad en Islas Canarias, donde a los trabajadores de centros sanitarios y sociosanitarios se les exige el pasaporte covid o tres pruebas diagnósticas semanales que demuestren estar libres del coronavirus.
Porcentajes de vacunación en Europa
En definitiva, España se mantiene al margen del debate de la vacunación obligatoria con un argumento que destaca por encima del resto, que son las altas coberturas vacunales. Esta afirmación, que ya se ha convertido casi en un mantra, conviene enfrentarla de vez en cuanto a los datos. De acuerdo con la información recogida por el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) a fecha de 7 de enero de 2022, España está a 6,6 puntos porcentuales por encima de la media europea en cuanto a la población vacunada. Es decir, el 68,6% de toda la población de los países de la Unión Europea -mayores y menores de 18 años- tiene la pauta de la vacuna contra la covid puesta sin incluir la dosis de refuerzo. En España ese porcentaje se eleva hasta el 75,2%.
Pero si nos fijamos en los países europeos favorables a la vacunación obligatoria, la diferencia porcentual entre ellos y España se reduce. El porcentaje de la población total vacunada con la pauta completa sin dosis de refuerzo en Alemania es del 71,2%, en Austria del 70,5%, en Italia del 74,3% y en Francia, del 73,6%. Para hacer una interpretación más completa de esta información hay que tener en cuenta que la exigencia del pasaporte covid en Italia y en Austria, por ejemplo, ha sido generalizado lo que, según varios expertos, funciona como un claro incentivo a la vacunación.
Sin embargo, los datos de la ECDC rebajan mucho el triunfalismo patrio si se pone el foco en el avance de la dosis de refuerzo. La media europea, tomando siempre la población general como referencia, está en el 29,3%. Ese porcentaje de inmunizados con la tercera dosis en Alemania es del 39,1%; en Italia, del 32,2%; en Francia, del 36,1% y en Austria, del 45,4%. Y, ¿en España? Según los mismos datos de la ECDC y la misma fecha, 7 de enero, el 13,1% de la población total en España había recibido esa tercera dosis.
El propio organismo europeo advierte en su información de un retraso en la actualización de los datos, que reciben de los países miembros dos veces por semana, martes y jueves, además, de hacer puntualizaciones sobre cada país. Aún así, la foto que ofrece la ECDC es fiable para hacer una comparativa del ritmo europeo en la inmunización, aunque requiera de aclaraciones.
Ministerio de Sanidad
La traducción nacional de esta información es más favorable. Según el informe sobre vacunación del Ministerio de Sanidad difundido el 7 de enero, el 80,4% de la población total en España ha recibido la dosis completa de las vacunas, sin incluir esa dosis de refuerzo. Si solo se tiene en cuenta a los mayores de 18 años, el porcentaje de vacunados con dos dosis o con la llamada pauta completa se eleva hasta el 90,3%.
En relación a la tercera dosis, el Ministerio de Sanidad no toma como referencia a la población general, porque esta dosis de refuerzo se está inoculando en mayores de 40 años. Así, el 88,8% de los mayores de 70 años tiene la dosis extra puesta y esta porcentaje se va reduciendo en los siguientes tramos de edad, para los que este pinchazo se indicó más tarde. Los adultos entre 69 y 60 años tienen un 79% la dosis puesta; un 38,6% para los de entre 50 y 59 y un 20% para los del tramo de edad entre 40 y 49 años.
A la luz de estos datos, Marc Sanjaume-Calvet, profesor de Teoría Política en el Departamento de Política y Sociología de la Universidad Pompeu Fabra tiene claro que "la obligatoriedad en la vacunación es algo un poco absurdo, porque aunque legalmente se establezca así en la práctica implica pagar una multa... Veo más útil el pasaporte covid y medidas similares para incentivar la vacunación. Además, mantenemos las tasas más altas de vacunación de la UE, por lo tanto no creo que sea pertinente".
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