Cada vez son más los estudios que relacionan la falta de magnesio con alteraciones en el estado de ánimo y la concentración, dos aspectos que se ven constantemente afectados por el ritmo acelerado de la sociedad actual.
Estrés, sobrecarga de información y largas jornadas laborales que exigen un rendimiento mental constante. Estos son solo algunos factores de riesgo para nuestro bienestar emocional. En este contexto, los hábitos saludables y la nutrición adquieren un papel clave para la salud cerebral; en concreto, el magnesio emerge como un mineral esencial de gran importancia en nuestra alimentación diaria.
El magnesio, el aliado de tu cerebro
El magnesio es un mineral que interviene en más de 600 reacciones bioquímicas del cuerpo, muchas de ellas relacionadas con la función cerebral. Su papel en la regulación de neurotransmisores es fundamental, ya que influye en la producción de GABA, que modula la excitabilidad neuronal, y en la serotonina, crucial para mantener un estado de ánimo positivo y estable.
Así lo sostiene Ester González, nutricionista del departamento técnico de Laboratorios Niam: "El magnesio actúa como un modulador natural que ayuda a equilibrar el estado de ánimo y reducir los niveles de estrés, al facilitar la regulación de neurotransmisores relacionados con la ansiedad y la depresión, promoviendo así un bienestar mental más estable".
Del mismo modo, el magnesio contribuye a la relajación muscular y al equilibrio del sistema nervioso, lo que lo convierte en un apoyo perfecto para mantener la ansiedad y el agotamiento mental bajo control. De hecho, diversas investigaciones han vinculado la deficiencia de magnesio con un mayor riesgo de trastornos del estado de ánimo.
Asimismo, el magnesio ayuda a reducir la sobreestimulación neuronal y la inflamación cerebral, procesos que están relacionados con el estrés crónico y la fatiga mental. Por ello, mantener niveles adecuados de este mineral no solo favorece la claridad mental, sino que contribuye a la resiliencia frente a los desafíos emocionales de nuestro día a día.
El reto: obtener suficiente magnesio en nuestra dieta
A pesar de su importancia, muchas personas no alcanzan los niveles recomendados de magnesio debido a la alimentación moderna. Aunque este mineral se encuentra en alimentos como verduras de hoja verde, frutos secos y cereales integrales, factores como la desmineralización del suelo y el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados han reducido su disponibilidad en la dieta diaria.
Además, el estrés y ciertos hábitos como el consumo de cafeína y alcohol pueden aumentar la eliminación de magnesio a través de la orina, contribuyendo a un déficit aún mayor. Este círculo vicioso hace que cada vez más personas recurran a la suplementación para garantizar niveles óptimos de magnesio en el organismo.
Suplementación de magnesio: una estrategia efectiva para la salud mental
Para quienes buscan una forma efectiva de aumentar su ingesta de magnesio, la suplementación es una opción sencilla y segura. Sales de magnesio como el citrato de magnesio destacan por su alta biodisponibilidad y absorción, lo que las convierte en una alternativa ampliamente utilizada en suplementos dietéticos.
“El déficit de magnesio puede provocar un aumento en los síntomas de ansiedad e irritabilidad, intensificando el estrés diario. Es por eso que su suplementación se presenta como una opción adecuada para restaurar los niveles de este mineral y mejorar el bienestar emocional. De esta forma, se puede ayudar a manejar los efectos del estilo de vida agitado y promover una mejor salud mental”, afirma la nutricionista Ester González.
Por todo esto, optimizar la ingesta de magnesio no solo es esencial para la salud física, sino también para el bienestar mental y emocional. Asegurar un aporte adecuado de este mineral es una estrategia sencilla pero eficaz para mejorar la capacidad de respuesta ante el estrés, potenciar la función cognitiva y mantener un equilibrio emocional en el ritmo de vida moderno.
Referencias:
- Boyle, N. B., Lawton, C., & Dye, L. (2017). The effects of magnesium supplementation on subjective anxiety and stress—a systematic review. Nutrients, 9(5), 429.
- Eby, G. A., & Eby, K. L. (2006). Rapid recovery from major depression using magnesium treatment. Medical Hypotheses, 67(2), 362-370.
- Rukat, M., Przyborowska, K., Getka, B., Wiejak, K., & Łata, M. (2023). The relationship between magnesium deficiency and anxiety, the therapeutic effects of magnesium supplementation – literature review. Journal of Education, Health and Sport, 13(6), 91–98