Coincidiendo con la inauguración del segundo Congreso Virtual de Psicología, hoy presentamos una mesa redonda dedicada a los diferentes enfoques del apego desde la terapia sistémica, de la aceptación y el compromiso así como desde el punto de vista cognitivo-conductual que explica cómo en el ámbito infantil, cobra especial importancia la relación de intimidad y búsqueda de seguridad entre madre e hijo, que conviene aprender a manejar adecuadamente de cara a prevenir problemas emocionales en el niño y posteriormente en el adulto.
En consulta uno de los trastornos que más se aprecian dentro de la atención temprana son los trastornos de ansiedad por separación, los cuales se caracterizan por una clara dependencia con la figura de apego, llegando a provocar malestar emocional en el niño/a durante los primeros años de vida.
Probablemente este tipo de trastorno esté generado por un desarrollo del apego de forma insegura, lo que le impide al niño/a soportar situaciones de separación de sus figuras de apego considerando que ante este suceso pueden acontecer situaciones catastróficas.
Se trata pues, de facilitar la generación de estrategias que permitan abordar distintos trastornos emocionales y de personalidad, al tiempo que, enmarcados en un contexto más amplio, mejorar los patrones de vínculo afectivo característicos de éste y otros trastornos.
Según Cárdenas, Feria, Palacios y de la Peña (2010) la etiología de este tipo de trastornos puede ser multicausal, pero sin lugar a duda uno de los principales condicionantes de los mismos es la propia personalidad del paciente, por ello si el/la paciente presenta un temperamento conocido como “inhibitorio conductual”, caracterizado por temor y rechazo a situaciones novedosas, tendrá más probabilidad de presentar este tipo de trastornos ante situaciones de separación.
Tal y como afirman Lorenzini y Fonagy (2014) “La teoría del apego es un modelo biopsicosocial para describir y explicar la forma en que un individuo se relaciona con otros cercanos: como sus padres, hijos y parejas. Esta forma de relacionarse es aprendida durante la infancia temprana y sirve de molde para todas las relaciones íntimas durante la vida del sujeto.” Uno de los modelos de intervención más utilizado en la Psicología Infantil es el modelo Cognitivo-Conductual, ya que los niños aprenden mediante consecuencias inmediatas y el aprendizaje vicario o por observación.
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