Los problemas de conducta en la infancia y las lesiones en la cabeza son factores de riesgo significativos para la agresión y la criminalidad de por vida.
Los problemas de conducta se pueden definir como violaciones repetidas de las normas sociales apropiadas para la edad, como peleas, amenazas e intimidación. Una de las posibles causas es la lesión en la cabeza.
Estudios cl...
Los problemas de conducta en la infancia y las lesiones en la cabeza son factores de riesgo significativos para la agresión y la criminalidad de por vida.
Los problemas de conducta se pueden definir como violaciones repetidas de las normas sociales apropiadas para la edad, como peleas, amenazas e intimidación. Una de las posibles causas es la lesión en la cabeza.
Estudios clínicos actuales han demostrado un aumento de los problemas de conducta después de las lesiones cerebrales traumáticas. Y los mecanismos que explican cómo las lesiones en la cabeza representan un riesgo de aumento de los problemas de conducta incluyen cambios en las áreas del cerebro relacionadas con el funcionamiento ejecutivo.
En particular, la sobreactivación de las redes de atención y los cambios en la conectividad neuronal dan como resultado una dificultad para cambiar de tarea.
Además, la relación bidireccional entre la lesión en la cabeza y los problemas de conducta existe más allá de los efectos de los factores de riesgo demográficos más destacados a nivel del niño, la madre y el hogar, así como el TDAH y la epilepsia.
Los resultados de este estudio sugieren un período sensible entre los 5 y los 11 años donde los problemas de conducta y las lesiones en la cabeza son factores de riesgo entre sí con consecuencias para las intervenciones que se ejecutan tanto antes como durante este período.
Sin embargo, sorprendentemente, los riesgos de la madre y el hogar no juegan un papel directo en la promoción de lesiones en la cabeza durante la infancia.