Resumen
Objetivo: Analizar las consecuencias y la validez de los cambios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) en los criterios diagnósticos para la esquizofrenia, como por ejemplo la omisión de subtipos, usando un gran conjunto de datos sobre esquizofrenia provenientes de ensayos controlados aleatorios con doble ciego y placebo.
Métodos: Se analizaron los datos de registro de la autoridad reguladora holandesa de 22 ensayos a corto plazo sobre la eficacia de los antipsicóticos de segunda generación en el tratamiento de los episodios psicóticos agudos en pacientes con esquizofrenia (N = 5.233). Examinamos si en estos ensayos pre-DSM-5 los pacientes cumplieron con los criterios diagnósticos para la esquizofrenia según el DSM-5. Utilizando regresión lineal, se examinaron las diferencias en el tamaño del efecto entre subtipos según DSM-IV y entre dimensiones de síntomas según DSM-5.
Resultados: El 99,5% de los pacientes reunió los criterios diagnósticos de esquizofrenia según DSM-5 y no se encontraron diferencias en el tamaño del efecto entre subtipos de esquizofrenia (P = 0,65). Las dimensiones de síntomas que respondieron mejor al tratamiento con antipsicóticos de segunda generación fueron alucinaciones, delirios, lenguaje desorganizado y manía (g de Hedge -0,23 a -0,31).
Conclusiones: Los resultados de los ensayos clínicos en pacientes con esquizofrenia pre-DSM-5 también se aplican a pacientes con diagnóstico de esquizofrenia según DSM-5. La omisión de los subtipos clásicos está justificada, ya que no son predictivos de la respuesta al tratamiento. La escala C-RDPSS del DSM-5, añade información valiosa para el diagnóstico categórico de la esquizofrenia y es relevante para la respuesta antipsicótica.
Para acceder al texto completo es necesario consultar las características de suscripción de la fuente original: http://schizophreniabulletin.oxfordjournals.org/