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Un total de 607 adolescentes participaron en la investigación, además de recabar valoraciones del profesorado y de orientadores escolares. Tras las encuestas realizadas, el estudio destaca que las cuatro preocupaciones que afectan al bienestar emocional de la población joven están ligadas a la inestabilidad económica, el desempleo, el futuro a nivel social y el acceso a la sanidad pública.
Por otra parte, un 65 por ciento de las personas jóvenes están preocupadas por no ser comprendidas por su familia. Tener o no éxito en la vida es otro de los quebraderos de cabeza de la juventud, ya que al 61 por ciento de ellos les preocupa no tener éxito en la vida. La discriminación por raza, origen, género u orientación sexual tiene un impacto enorme en la salud mental de los jóvenes, provocando que un 60 por ciento de todos ellos les preocupe enormemente.
Los jóvenes asocian el malestar emocional ligado a sentimientos de tristeza (en un 51 por ciento de los casos), inseguridad (50 por ciento) y soledad (38 por ciento). Estas diferencias se disgregan por tramos de edad, debido a que los adolescentes y jóvenes de 16 a 19 años relacionan el malestar con emociones ligadas al miedo, rabia e irritabilidad, mientras que los jóvenes de 20 a 24 años lo ligan más a aspectos cognitivos como la apatía, preocupación y el pesimismo.
¿Cómo afrontan el malestar emocional los jóvenes?
Las respuestas de los jóvenes a la hora de afrontar su malestar emocional son muy variadas, aunque la que llega a realizar el 36 por ciento es el hecho de aislarse, siendo la respuesta más repetida. La segunda posición la ocupa el pedir ayuda a familiares o amigos, opción realizada por el 30 por ciento de los encuestados. El 25 por ciento no nace nada al respecto, mientras que el 15 por ciento decide buscar respuestas en Internet.
Como principales conclusiones, la investigación destaca que las personas jóvenes a menudo etiquetan su malestar emocional con términos de diagnósticos psiquiátricos. Esta situación deberse a la necesidad de encontrar una explicación a su dolor emocional, o a la facilidad con la que pueden encontrar información sobre estos diagnósticos en internet.
Otro detalle que relata la investigación es que los jóvenes sienten mucha exigencia para cumplir expectativas en varios aspectos de su vida, principalmente en el académico y profesional, vida social, e imagen corporal. Esta situación acaba generando ansiedad y afecta de forma directa en la autoestima, produciendo efectos directos sobre la reducción del bienestar subjetivo de los jóvenes y su salud mental.
