Algo tan simple como recibir el pijama de residente, la bata o conocer qué taquilla tendrán asignada a partir de ahora ha sido un paso muy emotivo para los MIR que desde esta semana arrancan su formación en los distintos hospitales para convertirse en futuros especialistas. Redacción Médica ha querido acompañar a los médicos en su proceso de toma de posesión de plaza MIR y conocer cuáles han sido sus impresiones en estos primeros pasos llenos de "burocracia y estrés", pero también de ilusión.
Ha sido una mañana "un tanto agotadora, de ir de un lado para otro firmando papeles y contratos" pero, aun así, para Pedro José Fernández, número 4 del MIR reconoce que ha sido un día muy emocionante y que esperaba desde hace mucho tiempo. Ha podido conocer a sus futuros compañeros residentes con los que compartirá centro, el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, en su caso, para formarse en Dermatología. Pedro José tampoco ha querido olvidar la emoción de los pequeños detalles.
"Cosas tan simples como recibir tu pijama, tu bata o tu tarjeta identificativa te dan una emoción y alegría inmensa. Es un cambio enorme hacia una etapa que tendrá sus momentos duros. Habrá que esforzarse, pero va a estar llena de experiencias increíbles, de felicidad y de conocer a mucha gente", ha recalcado.
El mismo hospital y especialidad también fueron las elecciones de Blanca Santos, número 7 del examen de este año. En su caso, ha reconocido que la toma de posesión "ha sido un día de no parar". "Estábamos que no nos lo creíamos. Después de firmar en docencia el contraro, por la tarde fuimos a conocernos todos los residentes del hospital y la verdad es que estoy muy contenta. Hemos ido a recoger nuestra bata, nuestro uniforme y las taquillas, asi que ya estamos instalados, felices y con ganas de empezar".
Apoyo en otros residentes y quirófano desde el minuto uno
El caso de Igancio Lambán, número 10 del MIR, ha sido diferente. Él ha tenido ya su primera toma de contacto con el Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario Gregorio Marañón, antes del acto de bienvenida. Para él ha sido "fundamental" contar con sus R mayores para poder orientarse en su primer día de residencia. "Me han presentado a los adjuntos que no conocía y he estado en la sesión del pase de guardia. Después me he quedado en la planta con la R5, que me ha explicado cómo funciona el sistema informático", ha explicado Ignacio.
Tras este proceso que le ha llevado media mañana, el nuevo residente ha vivido después uno de los momentos más emocionantes: el primer contacto con el quirófano. "Me han bajado al quirófano para ver una operación con el cirujano y mi R mayor. Me ha encantado porque, al fin y al cabo, coges una especialidad quirúrgica porque estar ahí es lo que te gusta y poder bajar desde el primer día la verdad que es una suerte", reconoce. Antes de finalizar la operación ha podido colaborar en el último tramo de la misma "cuando ya estaban cerrando la piel". "He elegido el sitio correcto, lo que conozco hasta ahora es poco pero me está gustando", asume.
Burocracia MIR extensa pero ordenada
Pedro Jesús Millán, número 6 del MIR, ya tiene todo su papeleo resuelto para incorporarse como residente de Neurocirugía en el Hospital Universitario Virgen del Rocío en Sevilla. En su caso de momento "todo ha sido muy burocrático".
"Impresiona un poco la cantidad de documentos que piden para ejercer Medicina: certificado de delitos sexuales, de espacio libre de humo, materia de responsabilidades de cara al covid y a la confidencialidad de datos médicos", explica. También ha quedado "muy satisfecho" con todo lo relacionado con sus chequeos médicos, algo que ve "positivo" ya que antes se hacían después de haber comenzado la residencia: "En mi caso se cercioran mucho porque voy a trabajar con radiaciones ionizantes", añade.
Además del papeleo más "médico", Pedro Jesús también ha descubierto lo que para el es "un mundo complicado y desconocido" con nuevas palabras como el IRPF o la declaración de la renta. "Te vas dando cuenta cuando empiezas a vivir solo, estás solo en todos los pagos y es una experiencia que se lleva a medio camino entre miedo e ilusión", reconoce.
Pedro Jesús se ha sentido más aliviado al contar con un compañero R1 con el que compartirá Servicio, además de cononcer también a sus residentes mayores. En definitiva, el nuevo residentes se lo esperaba "peor". Concluye que, entrar a la unidad de personal de un hospital grande "impone" pero que al miedo le superan las "ganas increíbles" por empezar.