Resumen:
Aunque la amplificación somatosensorial se teoriza para servir un papel crítico en la somatización, sigue siendo poco conocida neurobiológicamente. En este artículo de perspectiva, el procesamiento viscero-somático convergente se pone de relieve y los estudios de neuroimagen en los trastornos somatomorfos son revisados. Correlatos neurales de amplificadores cognitivo-afectivos se integran en la estructura de un neurocircuito para la amplificación somatosensorial. La corteza cingulada anterior, la ínsula, la amígdala, la formación del hipocampo y el cuerpo estriado, son algunas de las regiones identificadas. La sintomatología clínica de un paciente o de un grupo dado puede representar una disfunción en uno o más de estos nodos neuroconductuales. La amplificación somatosensorial puede, en parte, desarrollar cambios neuroplásticos aberrantes mediados por estrés y efectos neuromoduladores de inflamación
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