Si bien se reconocieron las dificultades causadas por la COVID-19, la pandemia también brindó una oportunidad única para estudiar el bienestar mental y la vulnerabilidad o resiliencia individual.
Los factores sociodemográficos, psicológicos y los estilos de vida han sido identificados como predictores de salud mental durante la COVID-19. 3
Nuestro estudio...
Si bien se reconocieron las dificultades causadas por la COVID-19, la pandemia también brindó una oportunidad única para estudiar el bienestar mental y la vulnerabilidad o resiliencia individual.
Los factores sociodemográficos, psicológicos y los estilos de vida han sido identificados como predictores de salud mental durante la COVID-19. 3
Nuestro estudio anterior demostró la relevancia de la interacción entre las medidas psicológicas y la conectividad funcional (FC) de las redes cerebrales.
Sin embargo, aún quedan cuestiones importantes por abordar. Por ejemplo, ¿puede la FC, sola o en combinación con otras medidas, predecir la salud mental a largo plazo?
Además, la mayoría de los estudios se centran en aspectos emocionales (angustia psicológica), aunque la salud mental (SM) comprende componentes de bienestar emocional, psicológico (crecimiento personal, [PG]) y social (soledad), que se vieron afectados de manera diferente durante la pandemia.
Este estudio tiene como objetivo investigar si existe especificidad entre las medidas de FC y los cambios a largo plazo en los componentes de la MH, conociendo los vínculos entre las redes cerebrales y los "procesos de resiliencia".
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