La Asociacion castellano-manchega de pacientes afectados por el sindrome de Gilles de la Tourette (Amatou) celebró este sábado sus terceras jornadas regionales en Manzanares, localidad en la que tiene su sede, con una serie de ponencias de profesionales sanitarios en el Hospital Virgen de Altagracia.
La presidenta de Amatou, Montserrat Reillo, estuvo acompañada en la inauguración por el concejal de Sanidad del Ayuntamiento de Manzanares, Juan López de Pablo, al que agradeció su asistencia.
Las ponencias corrieron a cargo de Carmen Torres, neuropediatra de La Mancha Centro; el doctor Enrique Escobar, psiquiatra del mismo centro alcazareño; José Manuel Flores, neurologo del Servicio de Medicina Interna del Hospital Virgen de Altagracia; y las psicólogas Carmen Fresneda y Pilar Vecina, que llevan trabajando con Amatou tres años.
También se celebró una mesa redonda con docentes que hablaron de sus experiencias con niños afectados por el 'Tourette'. Los invitados fueron, en concreto, Beatriz Muñoz, Elena Fernández, Carmen Muñoz y Ana María Borja. Uno de los momentos más emotivos de la jornada se vivió cuando José Miguel Alba Arroyo, de 15 años, contó en un relato su experiencia personal con este síndrome.
El síndrome de Tourette es un trastorno neuropsiquiátrico heredado con inicio en la infancia, caracterizado por múltiples tics físicos (motores) y vocales (fónicos). Estos tics característicamente aumentan y disminuyen, se pueden suprimir temporalmente y son precedidos por un impulso premonitorio.
Por lo general, los síntomas del síndrome de Tourette se manifiestan en el individuo antes de los 18 años de edad. Puede afectar a personas de cualquier grupo étnico y de cualquier sexo, aunque los varones lo sufren unas tres o cuatro veces más que las mujeres.