La lactancia materna ≥4 meses y el inicio de la alimentación complementaria perceptiva con introducción temprana de texturas y los alimentos sólidos con la ingesta alimentaria regulada por el propio lactante podrían influir positivamente en el desarrollo de comportamientos alimentarios saludables en la edad preescolar. Esas son las conclusiones de un estudio realizado en 7 ciudades españolas por el grupo de investigación Genud (Growth, Exercise, Nutrition and Development) de la Universidad de Zaragoza, que analizó datos de 1.215 niñas y niños de entre 3 y 6 años.
La investigación es un análisis transversal de un estudio de cohortes longitudinal multicéntrico que tiene como objetivo identificar los factores de riesgo de la obesidad infantil. El Childhood Obesity Risk Assessment Longitudinal Study (CORALS) se lleva a cabo en Barcelona, Córdoba, Pamplona, Reus, Santiago de Compostela, Valencia y Zaragoza. La conducta alimentaria de los 3 a los 6 años se evaluó con el Cuestionario de Conducta Alimentaria Infantil (CEBQ), una prueba compuesta por 35 preguntas que son respondidas por las familias/cuidadores. Este test clasifica el comportamiento alimentario en rasgos: disfrute de la comida, respuesta a la comida, deseo de beber, sobrealimentación emocional, respuesta a la saciedad, lentitud en la alimentación, selectividad alimentaria y subalimentación emocional.
"Lo que intentamos en esa cohorte es identificar por qué unos infantes desarrollan obesidad y otros no, observando los determinantes del desarrollo de obesidad anteriores a los 3 a 6 años que puedan ser importantes", explicó el investigador principal del grupo, Dr. Luis A. Moreno. El Dr. Moreno es expresidente de la Sociedad Española de Nutrición y actual catedrático de metodología de la investigación y salud pública de la Universidad de Zaragoza.
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