España no termina de ‘arrancar’ con su ‘Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil’, según afirman a este diario fuentes acreditadas de las sociedades médicas de Pediatría y Cardiología, quienes sentencian que el plan va “muy lento”. En esta situación, el Ministerio de Sanidad ha mantenido reuniones con los pediatras españoles, pero no con los cardiólogos, según ha podido saber Redacción Médica. Se trata de una toma de contacto descompensada, puesto que el departamento que dirige José Miñones no solo ha dejado ‘fuera’ de la mesa de diálogo a Cardiología, sino que las reuniones con los pediatras “no han servido de mucho”, tal y como aseguran desde el primer nivel asistencial.
Este diálogo activo con una de las ‘patas’ del sistema sanitario encargada de la obesidad infantil no ha servido para ‘desatascar’ la actual situación del plan nacional, puesto que el Sistema Nacional de Salud (SNS) sigue sin poder avanzar en este sentido. “Va muy despacio, no se ha visto ningún resultado”, valora María Ángeles Learte, vocal nacional de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap).
Concretamente, hace escasos días la Asociación Europea de Cardiología Preventiva y el Grupo Europeo de Obesidad Infantil difundieron una declaración científica en la que manifestaban la necesidad de abordar la obesidad infantil y sus factores de riesgo. Ese mismo documento recuerda datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS): en 1975 menos del uno por ciento de los niños y adolescentes de 5 a 19 años padecían obesidad, mientras que cuatro décadas después el porcentaje subió hasta cerca del 7 por ciento.
Con estos datos y este panorama, la sanidad española sigue a la espera de la implementación del plan que desde el Gobierno central se elaboró, a pesar de que en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (Cisns) celebrado el pasado 17 de marzo, el departamento que entonces dirigía la exministra Carolina Darias destacó la gravedad que está adquiriendo el problema de la obesidad infantil, sentenciando que es necesario abordarlo sin demora.
Mientras tanto, los diferentes estamentos del SNS tratan de hacer frente a esta enfermedad de la manera en la que pueden. “Los profesionales de la Atención Primaria no podemos hacer mucho más. Hacemos una divulgación permanente en nuestras consultas y controlamos continuamente al niño hipotéticamente sano para intentar detectar cualquier problema de salud”, explica Learte. "La concienciación de que la obesidad es un problema grave tiene que partir de todos. En la Primaria está presente, pero también tiene que estar en el seno de las familias, en la educación escolar, en la publicidad y en los hábitos de vida", añade.
Desde el primer nivel asistencial se promueven “permanentemente” hábitos de vida saludables, pero cuando aparece el mínimo indicio de la patología, Pediatría trata de “concienciar, explicando los problemas que la obesidad acarreará al niño”. “Si no hay una implicación y concienciación familiar importante, todas las actuaciones de la Primaria estarán condenadas al fracaso”, sentencia Learte. Misma reflexión comparten los cardiólogos, ya que recalcan que la sociedad debe ser “muy consciente” de que los hábitos que se adquieren en la infancia tendrán su impacto en la edad adolescente y adulta. Pablo Díez, presidente del Grupo Jóvenes Cardiólogos de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), recalca que se trata de un tema de educación. “Una vez adquiridos los hábitos es más fácil tenerlos en el futuro, esa es un poco la clave”, subraya.
Obesidad infantil como “pandemia”
En el sistema sanitario español comparten que la incidencia actual de esta patología es relevante, y que, si la situación no cambia, seguirá aumentando exponencialmente. Es más, entre los sanitarios se habla incluso de pandemia. “Va a ser una pandemia en el futuro. Que haya aumentado de esta manera en los últimos años repercute en las enfermedades cardiovasculares en el futuro, además de aumentar exponencialmente la hipercolesterolemia y diabetes” remarca Nerea Itza, endocrinóloga infantil del Hospital Universitario La Paz (Madrid). “Bajo nuestro punto de vista estamos en un escenario muy preocupante. Lo notamos mucho en la consulta. Tenemos un aumento de incidencia de obesidad infantil. Antes no veíamos niños con diabetes de tipo 2 o con estados de prediabetes, y ahora los vemos cada vez con más frecuencia”, explica Itza a este diario.
Se trata, tal y como asegura, por ‘culpa’ de unos “hábitos alimenticios que cada vez son peores”. Para abordar este escenario, Fernando Rueda, cardiólogo infantil del Hospital Universitario de A Coruña, señala que debe hacerse una actuación multidisciplinar para abordar la enfermedad. Es decir, que la enfermedad no 'recae' en una sola especialidad, sino que son varias las áreas que se encargan de decir algo sobre la obesidad infantil: "Es un tema difícil de abordar, porque participamos varios especialistas en esta patología, desde un cardiólogo pediátrico hasta un nefrólogo". Pero más allá de tratarlo multidisciplinarmente, Rueda señala que en el fondo, es el médico de Familia el que hace un continuo seguimiento.
"Abordaje cultural y social" de la obesidad
Por otro lado, Itza incide en que por su consulta del La Paz han pasado niños menores de 10 años incluso con colesterol alto, teniendo que controlarse el nivel de azúcar. Para evitar escenarios de este tipo, Díez apunta hacia la prevención, puesto que es la “base” para evitar “eventos futuros”. “Más que un abordaje del sistema sanitario, deberíamos enfocarlo como un abordaje cultural y social. Tiene que ser una cuestión cultural, que los niños coman más fruta y verdura, que salgan más a la calle. Ese es el abordaje del presente y del futuro”, indica el cardiólogo.
Y es que el cardiólogo subraya que los niños sanos de hoy son menos propensos a enfermar en el futuro. Tendrán menos probabilidades de padecer hipertensión, diabetes, obesidad, ictus e insuficiencia cardiaca, entre otras patologías. Es por ello que el facultativo apunta a prevenir “todos los factores de riesgo cardiovasculares en su conjunto”.
Primer paso se basa en más tiempo y más profesionales
Desde Pediatría indican que el primer nivel asistencial no puede seguir haciendo el sobreesfuerzo que estos últimos años está haciendo. “Mientras no haya más tiempo, más profesionales y menos sobrecarga asistencial, los pediatras de la Primaria no podemos hacer más”, sentencia Learte, quien remarca que es un problema que tienen sobre la mesa “desde hace muchos años”. “La obesidad infantil requiere una atención muy continuada, una vigilancia muy estrecha y sobre todo hace falta mucho tiempo para hablar con las familias, explicarles y concienciarles de que lo que hoy es un niño con sobrepeso considerable, mañana puede ser un problema muy serio”, explica la especialista.
No obstante, el problema de la incidencia de la obesidad infantil no queda solamente en la falta de recursos humanos del sistema de salud. Tal y como recalca Itza, los costes que el SNS tendrá que asumir si no se ataja la prevalencia de esta enfermedad será cuantiosa: “Si aumenta la incidencia, incrementará de manera exponencial el número de consultas que vayan a necesitar estos niños en el futuro. El gasto sanitario aumentará”. Un gasto en el que repercutirá, también, la mayor demanda del tratamiento farmacológico y de los dispositivos terapéuticos.
Rueda coincide en que sin prevención, la obesidad infantil acarreará mayor coste a la sanidad española, puesto que la enfermedad no afecta únicamente a un órgano. "El problema fundamental es que a veces se trabaja con una visión cortoplacista, cuantificando el número de consultas y altas. Pero esta enfermedad provoca un coste final brutal si no se aborda desde el principio. Si un paciente estuviera bien valorado y el médico de cabecera tuviera tiempo para analizar su situación familiar, sus hábitos escolares, su nutrición y demás, nos ahorraríamos muchísimo", incide Rueda.
Para que la sanidad española no se vea en esta situación en un futuro no muy lejano, desde el Sitema Nacional de Salud urgen a implementar más pronto que tarde el plan nacional contra la obesidad infantil. Un proyecto con el que España podría empezar a poner 'coto' a los efectos de esta patología.