Antecedentes
El trastorno de estrés postraumático pediátrico (pPTSD, por sus siglas en inglés) tiene tres veces más probabilidades de desarrollarse en mujeres jóvenes expuestas a traumas que en hombres.
A pesar de las asombrosas diferencias de sexo en las tasas de prevalencia del pPTSD y la expresión de los síntomas, se sabe relativamente p...
Antecedentes
El trastorno de estrés postraumático pediátrico (pPTSD, por sus siglas en inglés) tiene tres veces más probabilidades de desarrollarse en mujeres jóvenes expuestas a traumas que en hombres.
A pesar de las asombrosas diferencias de sexo en las tasas de prevalencia del pPTSD y la expresión de los síntomas, se sabe relativamente poco sobre los biomarcadores subyacentes de estas variaciones basadas en el sexo en el pPTSD en comparación con el desarrollo típico.
Métodos
El estudio Youth PTSD reclutó a 97 jóvenes, de 7 y 18 años, para someterse a evaluaciones clínicas integrales y resonancia magnética ponderada en T1 para evaluar hasta qué punto el sexo puede explicar las variaciones relacionadas con el PTSD en la estructura cerebral.
Se analizaron VBM de todo el cerebro, así como estimaciones de grosor cortical y área de superficie de todo el cerebro para identificar interacciones de grupo por sexo. Finalmente, probamos si la gravedad actual o futura de los síntomas era predictiva de las regiones que presentaban variaciones basadas en el sexo.
Resultados
Clínicamente, las mujeres con PTSD fueron significativamente más propensas a reportar exposición y mayor gravedad a la violencia interpersonal y síntomas de hiperexcitación.
El sexo y el estado de PTSD fueron predictivos de la materia gris en la corteza prefrontal lateral (PFC), incluida la PFC ventrolateral y el polo frontal, donde se encontró un mayor volumen y área de superficie en las mujeres con PTSD en comparación con los hombres con PTSD. Curiosamente, la corteza prefrontal ventrolateral y el polo frontal predijeron negativamente los síntomas 1 año después solo en hombres con TEPT.
Conclusiones
Juntos, estos resultados establecen que los jóvenes con PTSD exhiben variaciones basadas en el sexo en las características clínicas y traumáticas y la estructura cortical prefrontal en relación con el desarrollo normativo.
Este trabajo demuestra la importancia de examinar el papel que puede desempeñar el sexo en la presentación conductual y neurobiológica del TEPT.
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