Objetivos del estudio
Este estudio examinó las trayectorias de crecimiento de cuatro parámetros del sueño derivados de la actigrafía: minutos de sueño, eficiencia del sueño, variabilidad en los minutos de sueño y variabilidad en la eficiencia del sueño a lo largo de una semana de evaluaciones.
Además, se exploraron las diferencias in...
Objetivos del estudio
Este estudio examinó las trayectorias de crecimiento de cuatro parámetros del sueño derivados de la actigrafía: minutos de sueño, eficiencia del sueño, variabilidad en los minutos de sueño y variabilidad en la eficiencia del sueño a lo largo de una semana de evaluaciones.
Además, se exploraron las diferencias individuales en estas trayectorias según la raza/etnia y el sexo de los participantes.
También se evaluó el efecto predictivo de las trayectorias de crecimiento de los parámetros del sueño sobre las trayectorias de crecimiento de los resultados de salud mental, considerando la moderación por raza y sexo.
Método
El estudio incluyó a 199 jóvenes (49 % mujeres, 65 % blancos, 32 % negros, 3 % birraciales) y sus padres, quienes participaron en cinco oleadas de recopilación de datos. Las edades promedio de los participantes fueron 9, 10, 11, 17 y 18 años en cada una de las oleadas. Los participantes provinieron de una amplia gama de orígenes socioeconómicos. A través de la actigrafía, se obtuvieron medidas objetivas de los patrones de sueño a lo largo del tiempo.
Resultados
Los análisis revelaron cambios lineales significativos en los cuatro parámetros del sueño durante la infancia y la adolescencia. En general, la duración del sueño disminuyó con el tiempo, mientras que la eficiencia del sueño mejoró.
Los jóvenes mostraron un aumento en la variabilidad de los minutos de sueño de una noche a otra y una disminución en la variabilidad de la eficiencia del sueño.
Al examinar las diferencias individuales, se observaron varios efectos significativos relacionados con la raza y el sexo. Los jóvenes negros y los varones experimentaron disminuciones más pronunciadas en la duración del sueño en comparación con sus contrapartes.
Además, los jóvenes negros mostraron menores mejoras en la eficiencia del sueño y una mayor variabilidad en la eficiencia del sueño en comparación con los jóvenes blancos.
Asimismo, las trayectorias de eficiencia del sueño y la variabilidad en los minutos de sueño se relacionaron con las trayectorias de los síntomas de internalización (como ansiedad y depresión) y conductas de externalización (como conductas disruptivas).
Esto sugiere que los patrones de sueño pueden tener un impacto significativo en el desarrollo de la salud mental durante la infancia y la adolescencia.
Conclusiones
Los hallazgos del estudio indican que hay cambios significativos en los patrones de sueño a lo largo del desarrollo infantil y adolescente, con importantes diferencias individuales según la raza y el sexo.
Estos resultados subrayan la importancia de considerar las características demográficas al evaluar y tratar problemas de sueño en jóvenes.
Las implicaciones empíricas y traslacionales de estos hallazgos son significativas, sugiriendo que la optimización de los patrones de sueño podría tener un impacto positivo en la salud mental a largo plazo.
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