El nuevo código de regulación de los videojuegos obliga a los fabricantes a establecer una clasificación por edades.

El Ministerio de Sanidad y Consumo y la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software (ADESE) presentaron ayer el nuevo código de autorregulación de los videojuegos, que plantea la necesidad de que los fabricantes establezcan una clasificación por edades para controlar el acceso de los menores a los videojuegos con contenidos inadecuados para su edad.

La ministra de Sanidad, Ana Pastor, señaló que este nuevo código, denominado PEGI (Pan European Game Information), es válido en Noruega, Suiza y en todos los países de la UE, excepto Alemania.

Para la ministra, el objetivo principal de este código es que los consumidores, en especial padres y educadores, cuenten con información suficiente sobre los videojuegos que están a la venta, de forma que puedan elegir el producto más adecuado a la edad del jugador.

Por su parte, el presidente de (ADESE), Francisco Arteche, señaló que con la aprobación de este código, los videojuegos que salgan a la venta a partir de ahora deberán especificar la edad mínima que ha de tener la persona que va a jugar.

Para ello, se han establecido cinco categorías: mayores de 3 años, de 7, de 12, de 16 y de 18 años. Además, en el caso de que el juego establezca una edad mínima para jugar, también deberá señalar cuál es el motivo de esta limitación. Así, el PEGI establece 6 descriptores, que deberán figurar en el producto, con el fin de que los consumidores sepan lo que compran.