Resumen

La evaluación prospectiva de niños y jóvenes con experiencias psicoticoides tempranas puede enriquecer nuestro conocimiento del riesgo clínico, bioconductual y ambiental y de factores protectores asociados a la presentación de trastornos psicóticos. Nuestro propósito fue investigar los factores predictores de persistencia o agravamiento de manifestaciones de la gama de la psicosis en niños y jóvenes estadounidenses a través del primer estudio sistemático a gran escala con el fin de evaluar síntomas leves en la población. Con base en una detección en Tiempo 1 de 9498 niños y jóvenes (8 a 21 años de edad) de la Cohorte del Neurodesarrollo de Filadelfia, se reclutó una submuestra de participantes con base en la presentación (N = 249) o no presentación (N = 254) de síntomas iniciales de la gama de la psicosis, participación previa en neuroimágenes y elegibilidad actual para los estudios por neuroimágenes. Se les invitó a participar en una evaluación en Tiempo 2 un promedio de dos años después del Tiempo 1. Se administró a los participantes la Entrevista Estructurada para Síndromes Prodrómicos, realizada con enmascaramiento respecto al estado de detección inicial, junto con el Cuestionario de la Personalidad Esquizotípica y otras medidas clínicas, pruebas neurocognitivas computarizadas y neuroimágenes. Se analizaron los factores clínicos y demográficos predictores de persistencia de los síntomas utilizando la regresión logística. En el Tiempo 2, las manifestaciones de la gama de la psicosis persistieron o se agravaron en 51,4% de niños y jóvenes. Se pronosticó persistencia de los síntomas por la mayor gravedad de la psicosis leve, el funcionamiento general más deficiente y la medicación psiquiátrica previa al inicio. No obstante, los niños y los jóvenes clasificados como portadores de síntomas de la gama de la psicosis al inicio pero no al seguimiento mostraron mayores niveles de síntomas y menor funcionamiento, tanto al inicio como al seguimiento, que los niños y jóvenes con desarrollo típico. Además, las manifestaciones de la gama de la psicosis surgieron en un pequeño número de niños y jóvenes que previamente no habían informado síntomas importantes pero que también mostraban signos de advertencia clínicos precoces. En conjunto, nuestros hallazgos indican que las evoluciones variables de los síntomas de la gama de la psicosis son evidentes en una etapa temprana en niños y jóvenes estadounidenses, lo que respalda la importancia de estudiar el riesgo de psicosis como un proceso de desarrollo dinámico. La neurocognición, la estructura y función cerebral y la genómica, pueden integrarse a los datos clínicos para proporcionar índices tempranos de persistencia y agravamiento de los síntomas, en niños y jóvenes con riesgo de psicosis.

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