S
egún la Organización Mundial de la Salud las lesiones no intencionales son responsables de alrededor 830.000 muertes anuales en niÑos y adolescentes, cuyos costes directos rondan los 4.000 millones de euros. Las causas más frecuentes son accidentes de tráfico, ahogamientos, quemaduras, caídas y envenenamientos/intoxicaciones. Los envenenamientos e intoxicaciones suponen un subgrupo importante entre las lesiones no intencionales, siendo los tóxicos más comúnmente identificados los productos del hogar, los fármacos y, en menor medida, pesticidas y mordeduras de animales. Si bien en la infancia el mecanismo es casi exclusivamente accidental; en la adolescencia el patrón se va asemejando más al del adulto, ya que los casos de intoxicación no accidental aumentan como resultado del uso recreacional de sustancias psicoactivas pero también de eventos autolíticos. Así pues, como seAÑalan Rubio García et al. y García González et al., la prevención de lesiones no intencionales es una prioridad de salud pública y un deber para los pediatras.Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:http://www.analesdepediatria.org