Autor/autores:
Martin, Dzierzewski, Keyser-Marcus...(et.al)
Introducción El sueño puede tener un impacto sustancial en la patogénesis, el tratamiento y la recuperación del trastorno por uso de sustancias (SUD). Existen diferencias de sexo tanto en el sueño como en el SUD, pero no se sabe cómo el sueño se asocia únicamente con el SUD por sexo. El objetivo del estudio fue comparar, dentro del sexo, los...
Estás viendo una versión reducida de este contenido.
Para consultar la información completa debes registrarte gratuitamente.
Tan sólo te llevará unos segundos.
Y si ya estás registrado inicia sesión pulsando aquí.
El sueño puede tener un impacto sustancial en la patogénesis, el tratamiento y la recuperación del trastorno por uso de sustancias (SUD). Existen diferencias de sexo tanto en el sueño como en el SUD, pero no se sabe cómo el sueño se asocia únicamente con el SUD por sexo. El objetivo del estudio fue comparar, dentro del sexo, los parámetros de sueño entre individuos con SUD y controles sin abuso de sustancias.
Se completaron los análisis secundarios de un estudio transversal principal que examinó la viabilidad y aceptabilidad de una nueva batería de evaluación de fenotipado neurocognitivo. Los sujetos SUD y de control fueron reclutados a través de publicidad local y un registro de investigación establecido.
Los sujetos con SUD también fueron reclutados a través de una clínica de tratamiento de SUD para pacientes ambulatorios en una universidad. La calidad del sueño autoinformada se evaluó mediante el Índice de Calidad del sueño de Pittsburgh (PSQI). Las pruebas t estratificadas por sexo compararon el sueño entre SUD y los sujetos de control, mientras que los análisis Crosstab exploraron las diferencias grupales en la proporción de individuos que informaron dormir mal (definido como PSQI> 5).
En el presente estudio se incluyeron datos de 162 hombres (44 controles, 118 SUD) y 146 mujeres (64 controles, 82 SUD). Solo para mujeres, una proporción significativamente menor de controles informó problemas de sueño definidos por PSQI que las personas con cualquier SUD o específicamente con trastorno por uso de opioides. Los controles masculinos, pero no femeninos, informaron una latencia del sueño más corta, una mayor duración del sueño y menos trastornos del sueño que los hombres con cada tipo de SUD.
El sueño promete ser una vía para abordar el SUD dentro de un modelo biopsicosocial. El trabajo futuro en la intersección de SUD y el sueño debería priorizar las investigaciones de su interacción con el sexo para identificar objetivos para intervenciones SUD personalizadas.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:https://www. frontiersin. org/
¡Novedad en libros! La visión actual del suicidio, científicamente fundamentada, es que, aunque ...
COMPRAR AQUÍ
