Los afortunados fumadores fueron los empleados de CVS Caremark (ahora CVS Salud) que participaron en un ensayo piloto se diseñado por investigadores de la Escuela de Medicina de Perelman de la Universidad de Pennsilvania (EE.UU.). En concreto, 2.538 voluntarios de todo EE.UU. intervinieron en el estudio durante ocho meses en 2012. Los participantes fueron asignados a diferentes grupos basados en un sistema de recompensa monetaria (de hasta 800$), depósitos (los participantes aportaban una cantidad, de 50$ a 150$, como depósito, que perdían si no completaban el programa, pero que se incrementaba si lo terminaban) o la atención habitual (información y ayudas para dejar de fumar gratis).
El grupo más aceptado fue el de la recompensa, el 90% de los seleccionados aceptó participar, mientras que solo el 14% de los del grupo de depósito quiso continuar con el programa. Pero los dos programas tuvieron una eficacia similar: el 16% de los asignados a los programas de recompensa seguía sin fumar a los seis meses, cifra que era del 10% en los de depósito y del 6% en el grupo de atención habitual.
Aversión a perder dinero
Hemos encontrado que los programas basados en la recompensa son más efectivos debido a que son mejor aceptados como primera opción», señala Scott D. Halpern. Sin embargo, matiza, «entre las personas que aceptaron cualquier programa que ofrecimos, los de depósito eran dos veces más eficaces que los de recompensa y cinco veces más que los programas tradicionales debido, probablemente, a la aversión natural del ser humano a perder dinero». Halpern señala que el objetivo ahora es «encontrar la manera de hacer que se inscriban a más personas».
CVS Salud, será la primera compañía en probar este enfoque lanzará una campaña llamada «700 buenas razones», en el que todos los empleados que fuman podrán depositar $ 50, y si 12 meses más tarde siguen sin fumar, recuperarán su 50$ y tendrán una recompensa de 700$.
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