La narcolepsia es un trastorno de sueño de origen neurológico caracterizado por excesiva somnolencia diurna, acompañada en la mayoría de los casos de cataplejías (crisis de hipotonía muscular). El diagnóstico se realiza en la segunda o tercera década de la vida, una edad en la que se establecen los planes de futuro.
Presentamos un varón de 20 años joven promesa del baloncesto que acababa de firmar un contrato para jugar a nivel profesional y de repente debuta con una arritmia cardíaca que destapará el diagnóstico de narcolepsia con cataplejía. Tras múltiples estudios neurológicos el paciente es derivado al programa de suicidio en Interconsulta psiquiátrica por trastorno de adaptación con estado de ánimo deprimido y conducta suicida. A pesar de saber los riesgos que conllevaba el paciente practicaba deportes de riesgo, conducía y se negaba a tomar tratamiento.
La inclusión del paciente en un abordaje multidisciplinar (neurólogo, cardiólogo, psiquiatra y psicólogo) permitió una rápida mejoría y un cambio en su visión sobre la vida.
Señalamos la necesidad de tratamientos específicos a nivel de prevención de suicidio coordinados con otras especialidades ya que el detectar estos pacientes puede disminuir el suicidio consumado.
El comportamiento suicida constituye un problema complejo, con múltiples causas interrelacionadas, siendo la enfermedad mental uno de los factores más importante que predispone al comportamiento suicida.
Los acontecimientos estresantes como las rupturas, la pérdida de seres queridos, los conflictos con los allegados y amigos, los problemas legales, financieros, o relacionados con el trabajo, así como los acontecimientos que conducen al estigma, a la humillación, o a la vergüenza, pueden provocar tentativas de suicidio.