La adolescencia es una época de transición donde se toma una nueva conciencia de la sexualidad y se produce el desarrollo moral ligado al cognitivo. Presentamos el caso de un chico de 15 años que acude a consultas de Salud Mental Infanto-Juvenil por “pensamientos obsesivos de índole sexual” hacia el otro sexo que experimenta con mucha angustia al pensar en ellos como pecado. Esto le ha llevado a mostrarse dominante con su madre, irritable, incomprendido en su entorno… Evita lugares que denomina de “sobreestimulación sexual” y han aparecido recientemente compulsiones, como arrodillase para desangustiarse. Cree que “está condenado” y ahora presenta fobias de impulsión en torno a la muerte. Se llevaron a cabo sesiones de psicoterapia donde se analizaron aspectos como la dinámica familiar, el entorno escolar, las relaciones sociales con iguales, las conductas sexuales, moralidad y religión. Durante las mismas se objetivó que las normas internas de tipo religioso le dificultaban tener fantasías sexuales. Se realizaron sesiones de terapia familiar e individuales que se complementaron con tratamiento psicofarmacológico.