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Apoyo familiar y recuperación postquirúrgica.

Autor/autores: M. I. Ramos Fuentes
Fecha Publicación: 01/03/2008
Área temática: Psicología general .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

El objetivo del presente trabajo de investigación es constatar una posible relación entre apoyo familiar y recuperación postquirúrgica. La muestra estuvo compuesta por 42 pacientes (16 hombres y 26 mujeres) que iban a ser sometidos a una intervención quirúrgica en un centro de referencia para el Área sanitaria de la Comunidad Autónoma de Extremadura. Para evaluar el comportamiento familiar se administró el cuestionario FACES-II en las 48 horas previas a la intervención. La evolución del paciente se evaluó a través de un protocolo diseñado para este estudio.

En dicho protocolo se incluían los parámetros de seguimiento que realiza el personal de enfermería y los criterios de recuperación descritos por otros autores. Los resultados muestran una relación entre comportamiento familiar y recuperación postquirúrgica. Nuestros datos indican que los pacientes con mayores puntuaciones en la escala de Cohesión presentaron una mejor recuperación postquirúrgica (F = 8. 804; gl = 41; p = 0. 005). Estos datos son coherentes con los diversos estudios que resaltan los efectos beneficiosos del apoyo social sobre la salud física y mental.

Palabras clave: Apoyo familiar, recuperación postquirúrgica


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Apoyo familiar y recuperación postquirúrgica.

Cardoso Moreno, M.J.; Ramos Fuentes, M.I.

Área de Psiquiatría, Facultad de Medicina. Badajoz.

Resumen

El objetivo del presente trabajo de investigación es constatar una posible relación entre apoyo familiar y recuperación postquirúrgica. La muestra estuvo compuesta por 42 pacientes (16 hombres y 26 mujeres) que iban a ser sometidos a una intervención quirúrgica en un centro de referencia para el Área sanitaria de la Comunidad Autónoma de Extremadura. Para evaluar el comportamiento familiar se administró el cuestionario FACES-II en las 48 horas previas a la intervención. La evolución del paciente se evaluó a través de un protocolo diseñado para este estudio. En dicho protocolo se incluían los parámetros de seguimiento que realiza el personal de enfermería y los criterios de recuperación descritos por otros autores. Los resultados muestran una relación entre comportamiento familiar y recuperación postquirúrgica. Nuestros datos indican que los pacientes con mayores puntuaciones en la escala de Cohesión presentaron una mejor recuperación postquirúrgica (F = 8.804; gl = 41; p = 0.005). Estos datos son coherentes con los diversos estudios que resaltan los efectos beneficiosos del apoyo social sobre la salud física y mental.

Introducción

El proceso quirúrgico es un evento estresante y ansiógeno, es decir, es un acontecimiento que provoca estrés en el sujeto y, además, sus efectos perduran en forma de ansiedad, de tal forma que puede tener distintas repercusiones, tanto en el proceso operatorio en sí como en la recuperación inmediata y posterior del paciente. Este proceso, como situación nueva para el paciente, implica una serie de adaptaciones, tanto físicas como psíquicas al denominado "estrés quirúrgico". El enfermo quirúrgico se enfrenta a la ansiedad, la incertidumbre y la indefensión [1]. Los cuidados prequirúrgicos se vuelven esenciales para que el paciente llegue a la intervención en las condiciones más adecuadas posibles. 
Son muchos los factores que van a interactuar e influir en el estado psíquico del paciente que va a ser sometido a una intervención quirúrgica y, de la misma manera, su recuperación, va a depender de otra serie de factores que se unirán a la influencia de los preoperatorios [2]. La identificación de los mismos serviría de cribado (screening) para detectar a aquellos pacientes que podrían presentar riesgo en relación a los resultados postoperatorios [3]. Hay estudios en los que se ha señalado la probable relación entre el estado psicológico preoperatorio y la aparición de complicaciones orgánicas postoperatorias [4], de forma que una personalidad patológica implica un riesgo diez veces mayor de desarrollar una adaptación también patológica frente al estrés quirúrgico [5]. El tipo de personalidad del paciente también puede intervenir según sean los estilos de afrontamiento de la ansiedad de cada persona [6] o según la persona tienda a ser más o menos ansiosa en su vida cotidiana, por ejemplo, se ha relacionado la alta ansiedad-rasgo con la aparición de dolor postoperatorio moderado e intenso [7]. Por otro lado, también hay estudios que señalan factores de personalidad que actuarían como protectores. El hecho de ser optimista, según parece, se asocia positivamente con la disminución de la ansiedad prequirúrgica [8], menos días de estancia hospitalaria y mejor calidad de vida postoperatoria [9]; el tener expectativas de autocontrol de la situación después de la intervención, se relaciona positivamente con la recuperación rápida y el acortamiento de la estancia hospitalaria [10]. 
El papel del soporte familiar del paciente también parece ser importante ya que, a veces, los familiares son los que ayudan, con distintos métodos, a canalizar la ansiedad del paciente [11]. Otras veces, es el propio equipo sanitario el que, puede ayudad a mitigar la ansiedad del paciente quirúrgico, a través de los recursos disponibles como la visita preoperatoria del anestesista y el uso de tranquilizantes [12], el dar información del proceso operatorio (consentimiento informado), los cuidados de enfermería.... etc. En lo relativo a la información preoperatoria facilitada, hay estudios que muestran diferentes resultados sobre su efecto sobre la ansiedad prequirúrgica. En algunas ocasiones facilitar abundante información al paciente puede ser beneficioso para reducir el grado de ansiedad, ya que una escasa información al paciente puede provocar mayor ansiedad. Algunos estudios han comprobado que los pacientes con mayor ansiedad necesitan mayor información sobre el proceso operatorio [13]. 
Las variables psicológicas, a su vez, interactúan con el estado del organismo, asociándose con indicadores hormonales y celulares relacionados con la función inmunológica, como por ejemplo, el estrés y la ansiedad, el negativismo, la depresión, la vulnerabilidad social, la dificultad para la expresión de afectos y la negación de la realidad [14]. La ansiedad y, en concreto, el nivel de ansiedad prequirúrgica es una de las variables más estudiada y que más se ha relacionado con la recuperación postquirúrgica. Los estados emocionales influyen en la salud, y la ansiedad, en tanto que la emoción, tiene un papel relevante en la vida de toda persona. La ansiedad es una emoción normal del organismo y, aunque provoca efectos desagradables, realiza funciones vitales para la vida; por ejemplo, es un sistema de alerta para la persona que la hace reaccionar y prepararse para la defensa movilizando diferentes recursos para la huida o el enfrentamiento. Existen muchas circunstancias en la vida que nos provocan ansiedad, siendo algunas personas más propensas que otras a la misma; es decir, hay personas más ansiosas que la media y otras lo son menos.
El objetivo general del presente trabajo de investigación fue identificar posibles factores psicosociales de riesgo en la recuperación postquirúrgica. Como objetivo específico se estableció analizar la posible relación entre el funcionamiento familiar y la recuperación postquirúrgica.


Material y método

Muestra

En el presente trabajo participaron de forma voluntaria los pacientes ingresados para ser intervenidos en el servicio de Cirugía del Hospital Infanta Cristina de Badajoz. De los 42 pacientes (16 hombres y 26 mujeres) que componen la muestra, 22 iban a ser sometidos a una intervención de carácter leve (colecistitis) y 20 a una intervención de carácter grave (extirpación de un tumor). La edad de los sujetos estaba comprendida entre 25 y 70 años y al menos poseían un nivel educativo básico. Se comprobó que ninguno presentaba alteración cognitiva y que no habían sido operados anteriormente de la misma patología. En la siguiente tabla aparecen reflejados el número de sujetos para las distintas variables consideradas en el estudio (Tabla 1).

 


Tabla 1. úmero de sujetos para cada una de las variables consideradas


Protocolo de datos personales

Los datos personales fueron recogidos a través de un protocolo creado para este estudio. Se obtuvieron datos generales, datos sobre el estado de salud general y datos sobre la recuperación. También contemplamos el grado de información del que disponía el paciente. Todos los sujetos fueron informados del proceso a seguir y consideramos que el sujeto no demandaba más información. El sujeto refería que la información recibida era suficiente. 

Family Adaptability and Cohesion Scales-II (FACES-II) 

La Family Adaptability and Cohesion Scales-II (FACES-II) [83] se desarrolla a partir del Modelo Circumflejo desarrollado por Olson, Russell and Sprenkle sobre comportamiento familiar. El objetivo de este cuestionario es medir las tres dimensiones centrales del comportamiento familiar: cohesión, adaptabilidad y comunicación. 
La cohesión familiar mide en qué medida los miembros familiares están unidos o separados de su familia. La cohesión familiar es definida como el vínculo familiar que los miembros familiares tienen unos hacia otros. 
La adaptabilidad familiar se relaciona con la capacidad del sistema familiar para ser flexible y cambiar. La adaptabilidad familiar es definida como la habilidad del sistema marital o familiar para cambiar su estructura de poder, relaciones de rol y reglas parentales ante una situación de conflicto. La comunicación familiar es la tercera dimensión y facilita movimiento en las otras dos dimensiones. 

Procedimiento

Los sujetos aceptaban participar en el estudio de forma voluntaria, firmando un consentimiento informado. En un primer momento, se aplicaba un cuestionario diseñado para este estudio donde se registraban datos personales, datos sobre salud general y sobre la medicación utilizada. También se anotaba el tipo de intervención, fecha de ingreso y datos sobre la evolución del paciente una vez que había sido intervenido. Tras haber obtenido los datos generales sobre el paciente se administraba el Inventario FACES II. Tras la intervención, se registraba diariamente la evolución del paciente. Se controlaba si se alimentaba de forma correcta, si tenía dolor, si descansaba de forma adecuada, si tenía fiebre u otras complicaciones.


Resultados

ANALISIS DE DATOS

Una vez finalizada la recogida de los datos, se procedió al análisis de los mismos. Analizamos las Escalas de Cohesión, Adaptabilidad y Tipo de Familia. Las medias y la Desviación Típica aparecen en la siguiente tabla 2.

 


Tabla 2. Media y Desviación típica de las distintas escalas del FACES-II.


A continuación, comparamos las distintas escalas del FACES-II con la variable recuperación. Nuestros datos indican que los pacientes con mayores puntuaciones en la escala de Cohesión presentaron una mejor recuperación postquirúrgica (F = 8.804; gl = 41; p = 0.005).

 


Tabla 3. Media y Desviación típica de las distintas escalas del FACES-II en función de la recuperación del paciente.


Discusión

Para el estudio de la cohesión y la adaptación familiar administramos el FACES-II. Los datos indicaron que las puntuaciones generales en las escalas de Adaptabilidad y Cohesión se encontraban dentro de la normalidad. Cuando comprobamos si existía alguna relación entre las puntuaciones obtenidas en el FACES y la posterior recuperación del paciente, encontramos que los pacientes con mayores puntuaciones en la Escala de Cohesión tuvieron una mejor recuperación postoperatoria. Estos resultados coinciden con los de diversos estudios que resaltan los efectos beneficiosos del apoyo social sobre la salud física y mental. Así pues, el apoyo social es considerado uno de los factores predictores de salud física y mental durante todas las etapas de la vida. También se ha comprobado la influencia sobre el sistema inmunológico y su relación con la ansiedad y la depresión. Dupertuis, Aldwin y Bosse [15] encontraron que los pacientes con más apoyo social tenían una mejor percepción de su salud física y presentaban menos síntomas depresivos. Recientemente se ha comprobado que los pacientes con una menor integración social presentan peor pronóstico de enfermedad cardiovascular [16]. Trabajos realizados previamente, constatan que las personas con mayor apoyo social necesitan menos medicación tras la intervención y se recuperan más rápidamente [11]. La presencia de apoyo social mejora la habilidad del individuo para superar situaciones estresantes, mientras que su ausencia repercute de forma negativa sobre éste. El saber que somos estimados por otros es un factor psicológico importante que nos ayuda a superar los aspectos negativos.


Bibliografía

1. Turner J, Deyo RA, Loeser JD, Von Korff M, Fordyce WE, The importance of placebo effects in pain treatment and research. JAMA, 1994. 271(20): 1609-14.
2. Moix, J., Efectos de la ansiedad prequirurgica en la recuperacion. Clínica y Salud 1995. 6(2): 203-215.
3. Trief, P, Grant W, Fredrickson B, A prospective study of psychological predictors of lumbar surgery outcome. Spine, 2000 25(20): 2616-21.
4. Giacomonte E, Mejía A. Estrés Quirúrgico y Ansiedad Criterios para su Manejo Terapéutico. España: Paidós; 1997.
5. Ramos M. Diverticulosis and diverticulitis of the colon. Therapeutic management. Prensa Med Argent. 1967; 54(32):1774-8.
6. Domar, A., Everett LL, Keller MG, Preoperative anxiety: is it a predictable entity? Anesth Analg, 1989. 69(6): 763-7.
7. Caumo, W., Schmidt AP, Schneider CN, Bergmann J, Iwamoto CW, Bandeira D, Ferreira MB, Risk factors for preoperative anxiety in adults. Acta Anaesthesiol Scand, 2001. 45(3): 298-307.
8. Montgomery, S., Rickels K, Belski RJ, Tobias K, Zornberg GL, Pregabalin in generalized anxiety disorder: speed of onset, in 56th Annual Meeting of the American Psychiatric Association 2003: San Francisco (CA).
9. Engebretson, T., Matthews, KA, Scheier, MF, Relations between anger expression and cardiovascular reactivity: Reconciling inconsistent findings through a matching hypothesis. Journal of Personality and Social Psychology, 1989. 57: 513-521.
10. Mahler H, Kulik JA. Health care involvement preferences and social-emotional recovery of male coronary-artery-bypass patients. Health Psychology. 1991; 10 (6): 399-408.
11. Kulik, J., Mahler HIM. , Social support and recovery from surgery. Health Psychology, 1989. 8: 221-238.
12. Ornaque, I., Carrero E, Villalonga A, Roux C, Salvador L., Estudio de la ansiedad prequirúrgica en cirugía urológica, ginecológica y oftálmica en relación con la administración o no de premedicación ansiolítica. Rev. Esp. Anestesiol. Reanim, 2000. 47: 151-156.
13. Kunihiro, M., Somura H, Matsumoto M, Sakabe T, Changes in psychological features in patients for anesthesia and operation during perioperative period. Masui, 1998. 47(9): 1085-9.
14. Cohen, M., Pollack S., Mothers with breast cancer and their adult daughters: the relationship between mothers' reaction to breast cancer and their daughters' emotional and neuroimmune status. Psychosom Med, 2005. 67(1): 64-71.
15. DuPertuis L, Aldwin C, Bosse R. Does the Source of Support Matter for Different Health Outcomes? Findings From the Normative Aging Study. Journal of Aging and Health 2001. 13(4): 494-510.
16. Loucks E, Sullivan LM, Hayes LJ, D'Agostino RB Sr, Larson MG, Vasan RS, Benjamin EJ, Berkman LF. Association of educational level with inflammatory markers in the Framingham Offspring Study. Am J Epidemiol. 2006; 163(7): 622-8.




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