El suicidio es considerado una característica distintiva de humanidad. Representa una solución permanente a un problema temporal.
En los actuales modelos neurobiológicos, la predisposición genética y experiencias adversas de la infancia interactúan durante los años de desarrollo, resultando en la manifestación de factores asociados con el comportamiento suicida. Los factores asociados a la conducta suicida quedan expuestos como:
Factores psicosociales: Varios estudios sugieren que la interacción entre vulnerabilidad genética y condiciones ambientales, aumenta el riesgo de comportamientos suicidas (2). En el modelo de diátesis-estrés, los factores de riesgo podrían ser distales (factores del desarrollo, personalidad, genéticos, trauma en la infancia, historia familiar de suicidio, y rasgos de personalidad impulsivo-agresivos) o proximales (acontecimientos vitales, estrés, consumo de alcohol o sustancias de abuso). Todos ellos aumentan el riesgo individual.
Factores neurobiológicos: El promotor 5´ del transportador de serotonina, gen del receptor 5-HT2A, el factor neurotrófico derivado del cerebro, el promotor del polimorfismo del gen MAO-A y el gen catecol-O-metiltransferasa.
Conclusiones: Recomendamos seguir indagando en la neurobiología de las conductas autolesivas con el fin de poder realizar una detección de la vulnerabilidad individual mediante estudio genético, sin olvidar la detección de factores socioculturales predisponentes. El objetivo sería la búsqueda de nuevas alternativas terapéuticas en el manejo del riesgo en estos pacientes.