Los criterios diagnósticos de la CIE-10 sólo puede diagnosticar a un tipo de ludópata, dada las exigencias del criterio; mientras que el sistema DSM-IV permite 252 combinaciones. Por otra parte, el concepto de ludopatía que subyace en ambos sistemas de clasificación permite sospechar una baja concordancia diagnóstica entre los dos criterios. La CIE-10 sostiene que la ludopatía es un trastorno de bajo control de los impulsos, mientras que el DSM-IV sostiene que es un problema adictivo aunque mantenga el tratorno bajo el epígrafe del bajo control de los impulsos. Al estudiar una muestra ambulatoria de 70 ludópatas, el autor encuentra una concordancia diagnóstica entre ambos criterios del 29%. Eso sucede a expensas de la variable "siente un irresistible deseo de jugar" que exige el criterio CIE-10. Cuando se remueve el efecto de esa variable se logra un acuerdo del 89% (kappa= 0,47; p<0,0005). El autor propone revisar la definición de ambos criterios diagnósticos para subsanar sus respectivas deficiencias.