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Se analiza el caso de una paciente mujer de 34 años en seguimiento en consultas de salud mental. Entre sus antecedentes psiquiátricos hay que señalar que se encuentra diagnosticada de Trastorno Bipolar tipo I. Ha presentado varios ingresos en Unidad de Hospitalización de Psiquiatría por fases maniacas.
A nivel de antecedentes somáticos no presenta alergias a medicamentos conocidos. Intervenida de nevus epidérmico. Se le realizó hace unos años ligadura de trompas. Hepatitis en infancia.
A nivel biográfico se encuentra casada. Tiene 2 hijas y 1 hijo. No trabaja. Tiene estudios primarios.
No presenta antecedentes de consumo de tóxicos en el pasado ni en la actualidad.
El caso actual nos encontramos con una paciente en seguimiento en consultas de salud mental. En la evolución de la paciente tras último ingreso destaca un ánimo tendente a la expansividad, presión del lenguaje, aunque sin llegar a clínica urgente para precisar ingreso como en episodios previos. Destaca que aunque la paciente refería toma actual de la medicación, se objetivaba la mínima conciencia de enfermedad que presentó en cuanto a ingresos y sintomatología presentada. Existía un riesgo de abandono en el tratamiento, situación que ya había ocurrido en el pasado.