Vamos a referirnos a la cualidad llamada positiva o constructiva de las intervenciones facultativas en salud mental. Nos basaremos en publicaciones científicas adecuadamente seleccionadas, significativas y representativas. La denominada informalmente psicología positiva o de las fortalezas busca el estudio del funcionamiento óptimo de las personas. Se enmarca bien en el contexto de la psicología general y es útil como ayuda a las más científicas psicología clínica y psiquiatría. Lo que se evalúa en estas dos últimas especialidades regladas son los trastornos mentales, del comportamiento y del neurodesarrollo, correctamente diagnosticados. Son sus funciones inherentes ayudar a resolver o afrontar mejor dichos trastornos, lo que afectará al bienestar integral de los pacientes.
En el ámbito de la psicopatología son planteamientos positivos aumentar la conciencia y usar las fortalezas cuando existan discapacidades físicas, cognitivas y emocionales importantes. La perspectiva clínica constructiva puede ser un activo poderoso para alcanzar los objetivos de salud y aumentar la calidad de vida. Sin embargo, el desiderátum de la felicidad personal no puede constituir ninguna medida del resultado. Actualmente, por el contrario, a veces los profesionales facultativos clínicos se limitan exclusivamente a contrarrestar las debilidades y limitaciones mórbidas de sus pacientes.
La perspectiva positiva o de las fortalezas de la psicología clínica no es una alternativa a la “curativa”, como tampoco lo es una hipotética “nueva psiquiatría” ilusoriamente holística. En cambio, ese es el propósito del auténtico enfoque positivo de todas las ciencias de la salud, incluyendo la psicología clínica y la psiquiatría pretendidamente más contemporáneas y constructivas.
Práctica profesional propia