A pesar de la importancia sanitaria que ha ido alcanzando es te problema, hasta hace pocos años el estudio sobre la incidencia de la ludopatía había recibido escasa atención. Coincidiendo con la reciente legalización del juego en numerosos países, la ludopatía ha empezado a constituir un problema de salud pública de crecientes dimensiones, por lo que se está realizando un esfuerzo por conocer su incidencia y los factores que contribuyen a su desarrollo. Para ello se han desarrollado instrumentos de evaluación, entre los que destaca el "SOGS" (South Oaks Gambling Screen) cuyo contenido se adapta a los criterios diagnósticos del DSM-III-R, aunque tiene la ventaja sobre éstos de permitir una detección más precoz, por lo que es útil como instrumento de screening (Lesieur & Blume, 1987). Si bien se desarrolló inicialmente para su aplicación sobre poblaciones de adictos (alcohol y/o otras sustancias psicoactivas), su uso se ha generalizado y es el cuestionario más ampliamente utilizado en los estudios epidemiológicos.