Introducción: El trastorno explosivo intermitente forma parte de los trastornos de control de impulsos y consiste en episodios recurrentes de agresividad. Su mayor prevalencia se sitúa en la adolescencia media e inicio de la adultez.
Caso clínico: Paciente de 24 años de edad con antecedentes previos de bajo rendimiento académico y seguimiento en psicología por rasgos disfuncionales de personalidad. Acude a urgencias acompañado por sus padres, quienes solicitan valoración por parte de Psiquiatría de guardia por episodios de agresividad. En la entrevista el paciente relata que desde hace varios meses, en relación con diferencias en la convivencia en familia y problemas económicos, se encuentra más ansioso, irritable e irascible. Explica que en contexto de discusiones familiares ha presentado episodios de enfado en los que ha llegado a golpear objetos. Comenta que al ceder estos episodios se muestra avergonzado, arrepentido por lo sucedido y es consciente de su desbordamiento a la hora de gestionar estas situaciones. Se decide iniciar tratamiento con Sertralina 50 mg, con buena tolerancia y disminución de los episodios heteroagresivos, con la consecuente mejoría del estado de ánimo e interacción intrafamiliar.
Conclusiones: Aunque no exista tratamiento psicofarmacológico específico para el trastorno, el abordaje con antidepresivos y especialmente la categoría de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, han demostrado eficacia en mejorar los comportamientos impulsivos y agresiones.