El suicidio es considerado como un fenómeno humano universal que ha estado presente en todas las épocas históricas. Sin embargo, las distintas sociedades han mantenido hacia él, actitudes enormemente variables en función de los principios filosóficos, religiosos, intelectuales y legislativos de cada cultura. Desde el punto de vista psiquiátrico ha sido el acompañante de algunas enfermedades mentales, sin embargo es de hacer notar que aunque la conducta suicida pueda ser el peor pronóstico de algunos cuadros clínicos, esta también se presenta como una conducta voluntaria en sujetos sanos. Desde una perspectiva asistencial los factores descritos por Emile Durkheim siguen teniendo en la actualidad preponderancia. Los estudios realizados en cerebro postmortem de victimas de suicidio ha dado suficientes evidencias para señalar que las alteraciones del sistema serotoninérgico es un factor biológico importante en la conducta suicida, al igual que el dopaminérgico, GABA-érgico y el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, junto con otras modificaciones de diversos sistemas. El objetivo del presente trabajo es el de intentar realizar una revisión actualizada de los factores psicosocioculturales y neurobiológicos mas significativos en la conducta suicida.