La mayoría de los estudios muestran el estrecho vínculo entre las experiencias vividas en la familia y el desarrollo de trastornos mentales y/o adictivos. La existencia de problemas de relación en la familia y sus consecuencias en el clima familiar puede propiciar el consumo de drogas en los hijos, y constituir un factor de riesgo relevante.
El grado de funcionamiento familiar es evaluado basándose en el modelo circunflejo de Olson en relación a la tipología familiar obtenida según las dimensiones de cohesión y adaptabilidad familiar y la influencia en otras variables de dinámica familiar auto percibida según los niveles de comunicación, satisfacción, recursos y estrés así como su influencia en la gravedad adictiva en una muestra de 65 pacientes con diagnostico dual ingresados en el Hospital Psiquiátrico Universitario Instituto Pere Mata (Reus, España) en el periodo comprendido entre enero y noviembre de 2019.En el análisis de datos se utilizaron técnicas de análisis estadístico bivariado (SPSS Statistics 25.0).
Mediante un estudio descriptivo transversal analítico se constata que los sujetos pertenecientes a tipologías familiares extremas según la cohesión y adaptabilidad familiar obtienen un índice de severidad del consumo de sustancias más severo comparado con los sujetos con una tipología familiar más equilibrada, junto con niveles más bajos de comunicación, recursos y satisfacción familiar, así como niveles más altos de estrés familiar.
En relación con los resultados obtenidos se plantea el potencial uso de intervenciones terapéuticas basadas en la familia como elemento de mejora de la adherencia al tratamiento.