REVISTA ELECTRÓICA DE PSICOLOGÍA
Vol. 4, o. 1, Enero 2000
ISS 1137-8492
Grupo sexológico: una alternativa para la homosexualidad
ego-distónica / Sexologic group: an alternative for ego-distonic
homosexuality
Artidoro Cáceres Le Breton
Médico Psiquiatra Infanto-Juvenil y Sexólogo Clínico
Correspondencia:
Artidoro Cáceres Le Breton
Instituto de Neuropsicología, Comunicación y Sexología
Jr. Libertad 269
Miraflores-Lima
18-Perú
Telefax: 51-1-241 0958
ORIGIALES
Introducción
Historia
Etiología
Homoterapia: terapia
grupal y homosexualidad
Resultados
Referencias
Resumen
Se hace una revisión histórica de la conducta homosexual, tanto en la Grecia antigua como en
el Imperio Romano e Inca, se describen las principales teorías sobre su etiología haciendo
referencia sobre todo a las de orientación biologista. Se propone una nueva alternativa
terapéutica para la homosexualidad ego-distónica a través de las actividades grupales, las
cuales incluyen a otras orientaciones y variantes sexuales con la finalidad de lograr una
adecuada adaptación a la sociedad.
Palabras clave: Homosexual, ego-distónica, grupal, terapia, sexualidad.
Abstract
We begin with a historic revision of the homosexual conduct in Greece, as in the Roman and
Inca Empires. We describe the principal theories about its etiology giving reference mostly
for its biological approach. A new therapy is proposed for ego-distonic homosexuality based
lii groupal activities that include other aproaches and sexuality theories with the purpose of
achievering a better adaptation to society.
Key words: Homosexual, ego-distonic, groupal, therapy, sexuality.
Introducción
Es probable que uno de los logros más grandes de la liberación sexual haya sido el que se
pueda discutir y analizar el tema de la homosexualidad con libertad, sin temor a la cruel
represión social, recurriendo a la verdad que nos da la experiencia científica y con el firme
respeto a los inalienables derechos humanos.
Nos referiremos a este grupo humano, el cual fuera sometido durante más de 20 siglos a la
marginación, al maltrato, a la tortura y, lamentablemente, a diversos pseudotratamientos, que
muchas veces, por no decir todas, agregaron más problemas a los ya existentes. Estas
desventuras, cayeron sobre el homosexual que era identificado por la comunidad, sólo por esa
condición, no importando a la sociedad su raza, realidad social, mental, religiosa, educativa ni
su calidad humana.
Debemos tener en cuenta que no se trata de una rareza sexual, sino más bien, de una
condición cuya prevalencia en el mundo varia entre un 2 y un 10% de la población,
aceptándose que el grupo de homosexuales femenino oscila entre un 2 y un 4% de las
mujeres, y la masculina entre un 4 y un 10% de los varones. Son, por lo tanto, un grupo con
gran representatividad en el mundo que merece toda la atención posible.
Es necesario destacar el interés que planteó esta orientación sexual en muchos medios
científicos, priorizándose el estudio de sus probables causas, pero casi siempre, estas
investigaciones fueron encaminadas a partir de la errada premisa de estudiar una enfermedad,
error que se reafirmó en 1892, cuando el Psiquiatra Forense Richard Kraffi.
Ebimg creó el termino homosexual, refiriéndolo como una perversión en su libro Psychopatía
Sexualis.
Afortunadamente, la modernidad dio paso a la verdad, la ciencia sobrepasó al dogma y al
prejuicio social y religioso, y la comunidad científica se esmeró en rectificar sus errores. Es
así, que en 1974, la Asociación Psiquiátrica Norteamericana decide no considerar más a la
homosexualidad como una perturbación mental (mental disease), iniciándose una nueva
etapa en los estudios de esta NORMAL ORIENTACIÓN SEXUAL, dejándose de lado, pero
no en el olvido, la inútil búsqueda de un supuesto tratamiento.
Historia
La homosexualidad en la Grecia antigua
La historia nos dice que Ganimides, el hermoso hijo de Frigia, fue, según algunas leyendas,
"raptado por un águila para satisfacer los vergonzosos y anormales deseos de Zeus" (Rowse,
1981).
El Oxford English Dictionary explica que las palabras homosexual y homosexualidad no
aparecieron hasta 1892, año en el que C.G. Chaddock las utilizó en su traducción al Inglés del
libro Psychopatia Sexualis, de Kraftt- Ebbing. Con anterioridad se emplearon las palabras
"catámito", una deformación romana del nombre de Ganimedes, "sodomita", "sodomizar", y
"sodomía" (expresión técnica esta última usada tanto en el derecho penal como en el argot, la
cual hace referencia a la actividad coital contra-natura o anal). La dificultad para determinar
cuál fue la verdadera conducta sexual de esta antigua sociedad radicaba en que los estudiosos
y traductores de las obras griegas se esmeraban, sobre todo antes y durante los años
denominados "victorianos", en disimular y hasta ocultar en sus traducciones las referencias
sobre las costumbres homosexuales.
Muchas personas aún creen que en la Grecia antigua el contenido sexual de las relaciones
homosexuales era "abierto". Sin embargo, los datos que pueden obtenerse de diversas fuentes
literarias y filosóficas son contradictorias. Aparentemente la homosexualidad fue objeto de
burlas, esto se deduce sobre todo de las comedias de Aristófanes. Las obras de Platón
permiten deducir otra cosa, un ejemplo se ve en El Banquete, donde se hace referencia a la
"abstención de relaciones con personas del mismo sexo" por ser dispuesto por "las leyes".
Según este autor, el idioma griego establecía distinciones sutiles entre los amantes
homosexuales y heterosexuales, y definía con claridad sus respectivos roles. El erastés o
amante, era el miembro de mayor edad y más activo de una pareja homosexual. El erómenos
era el otro miembro de la pareja, más joven y seguramente pasivo. En la relación heterosexual
los griegos distinguían entre la peporneumene, la mujer que vendía su cuerpo como prostituta
y la hetairekyia, que compartía el lecho y la vivienda con un hombre por un periodo
prolongado, haciéndose más adelante estos últimos dos términos aplicables también a los
homosexuales.
Los atenienses no promulgaron leyes prohibitivas de la homosexualidad, ni siquiera de la
prostitución heterosexual. De hecho, se recaudaban periódicamente impuestos de los
burdeles, los cuales eran considerados una importante fuente de ingresos del Estado. Sin
embargo, existían sanciones que indican que la prostitución estaba marginada. La infracción
de la ley que prohibía a los prostituidos hablar en la asamblea era castigada con la pena
capital. También existían normas para proteger a los jóvenes atenienses. Si un muchacho era
obligado a prostituirse, se imponía la pena capital a su padre o tutor.
Los testimonios que presenta Dover revelan que la relación entre erastés y erómenos estaba
tan formalizada como contempladas en cualquier código de cortejo heterosexual de la
Inglaterra de los Siglos XVIII o XIX. El erastés se sentía atraído por la hermosura y nobleza
del erómenos y comenzaba a insinuarse. Todo era cuestión de oportunidad. El erómenos
debía resistirse a sus pretensiones hasta que llegara el momento oportuno, ceder demasiado
pronto equivalía a sucumbir a un eros degradante que llevaría a una relación efímera y
provocaría el desprecio del erastés y de los propios iguales del erómenos. La entrega a una
serie sucesiva de pretendientes era sólo indicio de promiscuidad y fuente de ridículo (Rowse,
1981).
Además de que resistiera y de que cediera únicamente en el momento oportuno, se exigía del
erómenos que observara un comportamiento enteramente pasivo a lo largo de la práctica
sexual; que tolerara, pero que no gozara de este.
Al respecto de la "consumación del acto", por lo general, los griegos no escribían sobre estas
cuestiones, por lo que Dover, luego de estudiar la cerámica del Siglo IV a.C..; logra
evidenciar testimonios gráficos que indicaban cómo se llevaba a cabo la actividad sexual,
logrando concluir que se utilizaba el coito inter-crural, es decir, el que se practica entre los
muslos, puesto que, aparentemente, a los ojos de los griegos, prestarse al coito anal (o por
parte del erastés, proponerlo) era inadmisible, ya que aquel no era "ni expansión del amor...
ni respuesta al estímulo de la belleza", estando reservado a las mujeres y las prostitutas.
Hemos de tener muy en cuenta en esta revisión, la posibilidad que la conducta homosexual de
esta comunidad haya sido el producto de una política misógena, es decir, un desprecio hacia
las mujeres por ser consideradas inferiores a los hombres y también como fuente de
corrupción, lo cual, según algunos estudiosos, podría haber inducido a muchos varones a
llevar una relación de tipo homosexual "para protegerse de la contaminación femenina".
La homosexualidad en la Roma imperial
Platino, filósofo ascético y místico, decía que los verdaderos pensadores "desprecian la
belleza de los jóvenes y las mujeres" (Rowse, 1981), pero la realidad era otra para los
romanos de la antigüedad pagana; el supuesto desprecio no era tan habitual; los romanos se
caracterizaron por escribir con frecuencia en sus obras descripciones sobre los amores
homosexuales, relatos que podrían hacernos juzgar a esta sociedad de una forma errada,
puesto que la verdad era que estos relatos no representaban la opinión generalizada de la
época, en la cual las relaciones homosexuales eran en extremo reglamentadas, a tal punto que
se controlaba hasta la actividad coital. Un ejemplo era la disposición que autorizaba a un amo
a penetrar a su esclavo, siempre y cuando este fuera un adolescente, siendo lo contrario
inadmisible, un amo jamas podría adoptar una posición de pasividad sexual durante el coito,
puesto que para la sociedad romana esto sería una manifestación de senilidad que degradaría
su condición de hombre noble o libre.
Igualmente, si este adolescente tenía ya barba o bigote la relación era reprimida severamente,
pero existían algunos amos, libertinos en extremo, que enfrentaban a la sociedad, "depilando"
a sus favoritos que ya contaban con cierta edad, a las cuales se les denominaba exoletus,
siendo catalogados, al ser reconocidos por la comunidad, como "seres repugnantes".
La sociedad daba al amo ciertos beneficios, éste podía tener a una o varias esclavas como
amantes, igualmente esclavos, pero siempre había uno que era el preferido y que era
conocido como "el favorito"; esta costumbre era tan frecuente que ningún crítico ni censor de
la época se ocupo de juzgar el asunto.
La sociedad era dura y despreciaba al hombre libre que adoptaba un rol pasivo en la actividad
coital homosexual, puesto que esto manifestaba una actitud de servilidad, y lo denominaba
impudicus (tal es el sentido desconocido de este termino), el rechazo era tan severo que
merecía la muerte. Igual de grave era el caso de aquella lesbiana que adoptaba el rol
masculino durante la actividad coital (Rose, 1981).
Uno no era homosexual, ni tampoco heterosexuaL Activo o pasivo era lo que realmente
importaba; como también el ser hombre libre o esclavo.
Los romanos también protegían a sus miembros libres; existían leyes que obligaban a respetar
a las mujeres casadas, a las vírgenes y a los adolescentes.
Para este pueblo, otro acto de vergüenza era la felación y el cunnilingüis, considerados como
una "suprema injuria", que representaba la obtención o la entrega del placer en forma pasiva,
resaltando nuevamente una posición servil que era considerada humillante. Los gestos
femeninos en los hombres y masculinos en las mujeres también eran severamente reprimidos;
es más, para fortalecer la imagen del hijo varón, este era educado duramente por un esclavo o
por el abuelo, limitando todo contacto con sus padres, para no hacerlos "blandos" , pero sí el
padre tenía vocación de tal, podía tener un hijo con una esclava a la que se denominaría
concubina, hijo que se denominaría alumnus y que se mantendría cerca de el amo sin nunca
ser reconocido como hijo y a quien se le prodigaría el afecto que el padre no podría prodigar a
su hijo legítimo.
Por todo lo que hemos descrito, podemos concluir que la cultura romana no fue tan libertina
como algunos suponían, puesto que el temor de ser visto o reconocido como alguien que
tomaba posiciones "seniles" podía serle reprochado pudiendo esto llevarlo hasta la muerte por
ejecución pública.
La homosexualidad en el antiguo Perú.
No existen claras informaciones al respecto, pero de las crónicas redactadas durante la
ocupación española se pueden desprender dos teorías:
Que eran marginados por la sociedad y condenados a un solitario destierro; o
Que eran colocados en templos dedicados a la Mama Pacha y puestos al servicio sexual
de los Nobles e Incas (Cáceres, 1990).
Aún queda mucho por investigar sobre este tema, por lo que no podemos ser concluyentes.
Etiología
Platón, fue probablemente, el primero en tratar de plantear una explicación biológica para la
orientación homosexual. Lo hizo en el contexto del análisis de la supuesta tendencia que
tenían los humanos a buscar su otra mitad.
En el siglo IV antes de Cristo, en su obra El Banquete, plantea que la humanidad estuvo una
vez formada por 3 sexos, que sus miembros estuvieron unidos en parejas, formadas por 2
hombres, 2 mujeres o un hombre y una mujer y que Zeus separó las parejas para disminuir su
poder e inculcarles el temor a los dioses. Desde entonces, según Platón, los humanos
deambulan por la tierra buscando su otra mitad (Levay, 1991). Para Platón el
comportamiento de cada sujeto dependía de cual había sido originalmente su pareja: aquellos
cuyo sexo alguna vez había sido mixto, estaban obsesionados por aparearse, y con frecuencia
caían en el adulterio, mientras que los que procedían de parejas unisexuales estaban mejor
dotados para los asuntos cotidianos del mundo. Consideraba que sobre todo los varones que
estuvieron unidos a otro varón se hallaban especialmente preparados para el gobierno y el
liderazgo
Las investigaciones sobre las raíces biológicas de la orientación sexual han seguido dos
claros y definidos caminos. El primero fundamentado en la búsqueda de las posibles
diferencias neuro-anatómicas y neuro-histológicas entre el varón y la mujer, haciendo luego
extensivos estos hallazgos al cerebro del homosexual varón. El segundo enfoque, de corte
genético, que se basa en la búsqueda de pautas familiares de homosexualidad y en el examen
directo del material hereditario, es decir, del ADN. Haciendo un poco de memoria,
recordaremos algunas de las más significativas investigaciones en el campo neuro-anatómico:
En 1978, Roger A. Gorski, de la Universidad de California en Los Ángeles, demuestra
que en la parte anterior del hipotálamo de las ratas macho, un grupo de células
multiplicaba varias veces el número del de las hembras. Esta región es denominada
área pre-optica medial, la cual se ha involucrado en la generación del comportamiento
sexuaL Subrayaremos que no se ha encontrado todavía en los monos un grupo de
células análogo al identificado en las ratas así como que tampoco se sabe que función
desempeña este grupo de células sexualmente dimorficas en las ratas. Lo que sí se sabe,
de un estudio realizado por Gorski y sus colaboradores, es que los andrógenos
(hormonas masculinas) cumplen una misión clave en la generación del dimorfismo
durante el desarrollo. Las neuronas de este grupo de células, tienen abundancia en
receptores de hormonas sexuales, y aunque las ratas machos y hembras parten de un
número casi parejo de neuronas en el área pre-óptica medial, el pulso de testosterona
que se produce cerca del alumbramiento (pocos días antes y después del nacimiento)
en el macho es el que estabiliza esta población neuronal, provocándose por su ausencia
en la hembra, la muerte de un gran número de neuronas (Levay, 1993).
Laura Allen, alumna del Dr. Gorski, descubre también estructuras dimorficas en el
cerebro humano, hace referencia a un conjunto de células que responde al apelativo de
NIHA3 ("tercer núcleo intersticial del hipotálamo anterior"), en la región pre-óptica
medial del hipotálamo, la cual triplica en los varones el tamaño que presenta en las
mujeres (Levay, 1993).
Simon LeVay, en 1990, examina el hipotálamo en muestras de autopsias de 19 varones
homosexuales, todos los cuales habían fallecido de complicaciones relacionadas con el
SIDA; así como muestras de autopsias de 16 varones heterosexuales, seis de los cuales
habían muerto de SIDA y muestras de 6 mujeres cuya orientación sexual ignoraba.
Observó que en el varón, el tamaño del NIHA3 duplicaba de lejos el tamaño de la
mujer, también notó que esta área era entre 2 y 3 veces mayor en el hombre
heterosexual que en el varón homosexual, faltando por completo en algunos varones
homosexuales, destacándose que no había diferencia significativa entre los volúmenes
del NIHA3 de varones homosexuales y mujeres.
Así pues, estas investigaciones sugerían la existencia de un dimorfismo relacionado con
la orientación sexual del varón, de magnitud equiparable a la que se daba en relación al
sexo (Levay, 1993).
Luego, Allen y Gorski aportaron otra característica del cerebro que estaba
aparentemente relacionada con la inclinación sexual. Determinaron que la Comisura
Blanca Anterior y el Cuerpo Calloso, fascículos de fibras que cruzan la línea media del
cerebro, eran pequeñas en los varones heterosexuales, grandes en las mujeres y
mayores aún en los varones homosexuales. Una vez hecha la corrección
correspondiente de acuerdo al tamaño del cerebro, la Comisura Blanca Anterior de las
mujeres y la de los homosexuales masculinos alcanzaban un tamaño similar.
El estudio desde la perspectiva genética de las raíces biológicas de la homosexualidad
se viene realizando desde 1985, año en el que se realiza el primer estudio moderno
sobre patrones de homosexualidad en familias; esta investigación fue llevada a cabo
por Richard C. Pillard y James D. Weinrich de la Universidad de Boston. Desde
entonces hasta 1994 según la literatura revisada, sólo se han realizado cinco estudios
sistemáticos sobre gemelos y hermanos de varones homosexuales y mujeres lesbianas.
El promedio de los resultados obtenidos son los siguientes: aproximadamente el 57% de
los gemelos idénticos, el 24% de los gemelos fraternos y el 13% de los hermanos de
varones homosexuales son también homosexuales.
Para las mujeres, aproximadamente el 50% de las gemelas idénticas, el 16% de las
gemelas fraternas y el 13% de las hermanas de lesbianas, son también lesbianas.
Cuando se comparan esos datos con las tasas normales de homosexualidad, resulta
evidente la existencia, en los 2 sexos, de un agrupamiento familiar importante en la
orientación sexual.
En todas las investigaciones se observó que los varones homosexuales tienen más
parientes masculinos de su misma orientación en la rama materna de la familia.
Ante esta evidencia Dean H. Hamer y sus colaboradores del Instituto Norteamericano
de la Salud, inician la investigación del Cromosoma X de homosexuales varones, el
cual es heredado de la madre. Seleccionaron 14 familias con hermanos homosexuales
cuyos padres no hayan sido homosexuales, prepararon muestras de ADN de los
hermanos homosexuales y, cuando fuese posible, de sus madres o hermanos. Las
muestras se analizaron para 22 marcadores que cubrían todo el cromosoma X, desde el
extremo del brazo corto hasta el final del brazo largo.
Los resultados fueron sorprendentes, en la mayor parte del cromosoma X, los
marcadores estuvieron aleatoriamente distribuidos entre hermanos homosexuales. Más,
para un marcador situado en el extremo del brazo largo del cromosoma X, en la región
Xq 28, se observó un número elevado de hermanos concordantes: 33 pares
compartieron el mismo marcador, mientras que solo 7 pares no lo hicieron. Aunque la
muestra fue estadísticamente pequeña, se considero significativa como para plantear
varias hipótesis, de las cuales se considera con más énfasis a aquella que la posibilidad
que un gen pueda cambiar el grado de sensibilidad de un circuito neuronal del
hipotálamo como consecuencia de ciertos estímulos ambientales, tal vez en los
primeros años de vida, lo cual hasta la fecha no ha podido demostrarse, planteando la
interesante posibilidad que los genes podría servir para predisponer más que para
determinar (Levay, 1995; Hamer,1993).
Como vemos, aun cuando los rasgos genéticos y neuro-anatómicos guardan cierta
correspondencia con la orientación sexual de los individuos, no está en absoluto
probada la relación de causalidad entre aquellos y ésta, puesto que hemos de considerar
los numerosos factores educativos, sociales y familiares que pueden influir en esta orientación
sexual.
Para el profesor John Money, psicólogo, profesor de la Universidad y del Hospital John
Hopkins en Baltimore, Estados Unidos, la orientación sexual podría verse determinada por
tres factores los cuales describe al analizar su propuesta basada en los mapas del amor. Nos
referimos a la naturaleza, al periodo crftíco y a la crianza (Money, 1986). En otros términos,
nos referiríamos a lo mismo de la siguiente forma:
1. El Factor Biológico. Configurado por los Genes, las Hormonas y las Estructuras
Cerebrales, las cuales predispondrían la orientación sexual.
2. El Imprinting o Impronta. Es decir el estímulo especifico en el momento oportuno;
estimulo que podría ser dado por la familia y la sociedad en los 3 primeros años de
vida, período en el cual quedaría definida la orientación sexual.
3. El Medio. Es decir, el ambiente social y familiar, así como la educación que se recibirá
en este periodo "crítico" comprendido en los 3 primeros años de vida.
Homoterapia: terapia grupal y homosexualidad
Es innegable que en nuestra sociedad, sobre todo en la latinoamericana, falta aun mucho por
hacer, para lograr la aceptación de la homosexualidad como una alternativa sexual tan normal
como la heterosexual y la bisexual.
Esta realidad, la cual se halla acompañada de desprecio, marginación, incomprensión, y en
algunos países más atrasados, de sanciones legales para los homosexuales, complican la vida,
y sobre todo la adaptación del individuo homosexual, sea varón o hembra a la sociedad,
causándoles muchas veces gran malestar en la esfera psicológica, llegándose a complicar con
lo que en psiquiatría se denomina somatizaciones. Es frecuente también ver en estas
personas, una gran desorientación cuando toman conciencia de sus pulsiones homosexuales,
lo cual les causa malestar por el temor a defraudar a la familia o a la sociedad en la que viven,
la que muchas veces es homofóbica. Este tipo de dificultades pocas veces ocurren en
sociedades cultas, en las cuales se reconoce la normalidad de la homosexualidad y de la
bisexualidad, pero en las nuestras, poco tolerantes, se logra llevar a estas personas a
verdaderos extremos, llegándose muchas veces al suicidio o a la simulación de una aparente
heterosexualidad que muchas veces es más dolorosa que el suicidio. Todo esto es lo que
conocemos desde la perspectiva Sexológica, Neuropsicológica, Psiquiátrica y Psicológica
como la homosexualidad ego-distónica, la cual requiere una urgente intervención terapéutica
(Cáceres, 1990).
Es por esta razón, que iniciamos un tipo de terapia muy especial y particular a la que
denominamos GRUPO SEXOLÓGICO, cuya finalidad es la de buscar la integración del
individuo homosexual, de una forma inteligente y civilizada, a la sociedad en la cual vive y se
desarrolla. Este tipo de grupo no sólo sirve para los homosexuales, también es útil para la
adaptación del individuo con cualquier variante en la conducta sexual que le produzca
malestar al sentirse marginado por la sociedad, así como para las patologías de género como
son la transexualidad masculina y femenina.
La convocatoria se hace a través de nuestro programa radial de Educación Sexual, en la cual
solicitamos a los radi-oyentes que sientan la necesidad de ser ayudados, que nos envíen una
carta explicándonos su problema. Una vez hecha la selección de los candidatos entre la
correspondencia recibida, se los convoca en forma individual a una entrevista, con la
finalidad de hacer el diagnóstico sexológico y descartar cualquier patología psiquiátrica o
social (sociopatía). De esta segunda selección se retienen a 15 individuos que serán los que
conformaran el grupo sexológico.
El grupo será dirigido inicialmente por el terapeuta el cual motivara la conversación en base a
uno o dos temas que serán planteados por el grupo; será responsabilidad del terapeuta, a
quién denominaremos coordinador, plantear, encaminar, resolver dudas y señalar las
conclusiones finales al respecto de cada tema, para lo cual tendrá que tener un amplio
conocimiento de la sexología.
Todo lo que se discuta, así como la asistencia, será reportado en el cuaderno de grupo, en el
cual escribirá el secretario, quien será un miembro diferente en cada reunión, con la
finalidad de comprometerlos con los miembros.
En ningún momento la participación durante las reuniones será obligatoria, pudiéndose, en las
primeras etapas, sólo escuchar.
Se pueden plantear también casos clínicos, lo cual podrá ser hecho por los miembros o por el
coordinador de acuerdo a los datos que tenga este de la entrevista personal, respetando
siempre el secreto profesional; así mismo, los participantes pueden plantear estos casos,
refiriéndolo como si se tratara de algún amigo en dificultades. Al momento de formar un
grupo terapéutico de este tipo se tendrá que tener en cuenta las siguientes consideraciones:
Características del grupo sexológico
Grupo de edad: Por encima de los 18 años (para evitar problemas legales con los
padres).
Ambos géneros sexuales.
Todas las alternativas, variantes y orientaciones sexuales son aceptadas.
Uso de seudónimo.
Máximo número de participantes: 15.
Duración de la sesión: 1 hora
Veces por semana: 1.
Duración del grupo: Mínimo 6 semanas. Máximo 16 semanas.
Es obligatoria una entrevista previa.
Ausencia de enfermedad mental.
Objetivos del grupo sexológico
Educación sexual.
Ego-sintonía.
Socialización.
Fomentar valores éticos y morales.
Lograr un adecuado manejo de las relaciones familiares y de pareja.
Lograr una adecuada adaptación a la sociedad.
Evitar la formación de "guetos".
La evaluación de la experiencia terapéutica se realizó entre enero de 1992 y diciembre de
1995, se determinó el grado de ego-distonía a través de los indicios de ansiedad o depresión
ocasionados por esta orientación y sus complicaciones sociales o familiares, los cuales fueron
cuantificados por medio de los test de Zung y Hamilton.
Resultados
Los resultados fueron los siguientes:
Tiempo de experiencia: 3 años.
Total de grupos formados: 10.
Total de personas asistidas: 148.
Objetivos logrados: Todos.
Complicaciones: Ninguna.
Evolución de los ex-miembros: Favorable.
Recaídas: Ninguna.
En agosto de 1996 se realizó una re-evaluación de los 148 sujetos no identificándose
ego-distonía y observándose que todos llevaban en ese momento una vida ocupacional
productiva así como una vida social satisfactoria.
Referencias
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