La investigación y la práctica forman dos elementos clave que permiten el desarrollo del conocimiento sobre los fenómenos. La práctica de la psicología necesita de la investigación como medio de adquisición de conocimiento y la investigación psicológica debe contribuir a la mejora de la práctica, manteniendo ambas un vínculo estrecho que permita la comunicación bidireccional.
Desde el campo de la psicología Clínica las pruebas de los efectos de la intervención se dan a conocer como "terapias apoyadas empíricamente" y su sentido es similar a la práctica basada en la evidencia o en pruebas. La American Psychological Association (APA) revisa y actualiza periódicamente los beneficios de las terapias psicológicas y actualmente facilita un listado de la calidad de los efectos en función de la metodología de investigación empleada. Poco a poco son difundidos los principios que guían la planificación y elaboración de estudios de eficacia entre los profesionales de nuestra disciplina. Sin embargo, la evaluación de su impacto sobre la formación del psicólogo aún es una cuestión pendiente.