La seguridad del paciente es una preocupación que lleva siglos acuciándonos, está patente en cada actuación sanitaria convirtiéndose así en un reto para los sistemas de salud. Desde la OMS se planteó en 2002 la Resolución WHA 55.181 de la Asamblea Mundial de la Salud, en la que se establece que los países miembros de esta organización deben “Prestar la mayor atención posible al problema de la seguridad del paciente” . Dos años más tarde creó la Alianza Internacional para la Seguridad del Paciente. El Sistema Sanitario Público Andaluz (SSPA) ha ido implementando diferentes medidas para su puesta en práctica, detalladas en el documento Estrategias de Seguridad del Paciente 2011-20142 (EPS). El objetivo de este trabajo es describir como se ha hecho la incorporación de las estrategias de seguridad del paciente, planteadas por el SSPA, en los Procesos Asistenciales Integrados (PAI): Ansiedad, Depresión, Somatizaciones (ADS)3; Trastorno Mental Grave (TGM)4 y Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)5.