El razonamiento clínico es la médula de la práctica de las ciencias médicas, paramédicas y sociales. En él confluyen el saber que las ciencias ostentan y que aplican en un momento dado, el saber hacer que configura la actividad profesional, la capacidad de observación y reflexión del profesional, su juicio integrativo y el o los problemas que conducen a una persona a recurrir a un experto. El terapeuta ocupacional, al igual que el resto de disciplinas coetáneas, utiliza este proceso para entender los problemas del desempeño de las personas con las que trabaja, tomar decisiones en torno a ellas y poder gestionar una intervención lo más ajustada a ésta, con ella y para ella. No faltan los autores que se admiran de que un buen porcentaje de los diagnósticos ocupacionales se establecen antes de haber obtenido de una persona la totalidad de los datos, generando intervenciones que no se ajustan a las necesidades reales de estos individuos, haciendo caso omiso a lo pragmático de la decisión o a la ética de la misma. Nos enfrentamos con el hecho de que el razonamiento clínico ha sido y sigue siendo la base de toma de decisiones que afectan a la vida y a la calidad de vida futura. Con esta ponencia, queremos acercarnos al vínculo entre el razonamiento clínico y la Terapia Ocupacional, por medio de un recorrido por los niveles de la teoría sobre este concepto y su relación con la ciencia.