Emigrar supone vivir situaciones de estrés que constituyen un factor de riesgo en salud mental en relación a dos factores: la vulnerabilidad del inmigrante y los obstáculos que encuentra en la adaptación al país de acogida, Se abordan en el texto las características específicas del estrés y el duelo y migratorio y su relación con los trastornos mentales de los inmigrantes y refugiados. Finalmente se plantean los aspectos fundamentales del tratamiento en los que se señalan dificultades de la alianza terapéutica y la complejidad de la intervención fuertemente influenciada por factores culturales y sociales.